lunes, septiembre 26, 2016

Mons. Héctor Aguer

"La Misericordia de Dios y la nuestra, según Santo Tomás"
Exposición de monseñor Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, en la XLI Semana Tomista (16 de septiembre de 2016)





En la bula Misericordiae vultus, de indicción del Gran Jubileo que estamos celebrando este año, el Papa Francisco aborda un problema teológico central: la relación entre justicia y misericordia. En el número 20 del mencionado documento se dice: no son dos momentos contrastantes entre sí, sino dos dimensiones de una única realidad que se desarrolla progresivamente hasta alcanzar su ápice en la plenitud del amor. En el párrafo 6 del mismo texto se incluye una expresión bella y exacta de Santo Tomás: es propio de Dios usar misericordia y especialmente en esto se manifiesta su omnipotencia. Estimo que en el Antiguo Testamento la relación entre misericordia y justicia, en cuanto atributos divinos que se manifiestan en la historia del pueblo de Israel, es dialéctica, aunque se percibe un intento de solución por referencia a la fidelidad de Dios. En el Libro de los Salmos, la justicia y la misericordia se remiten, una y otra, a la fidelidad; Dios es fiel, idéntico a sí mismo; se podría afirmar, casi tautológicamente, que es misericordioso porque es justo, y es justo porque es misericordioso. Porque inclina su corazón a nuestras miserias humanas nos aplica su justicia para que las reconozcamos y recurramos a él para recibir su generoso perdón. En el Nuevo Testamento se revela una superación de aquella dialéctica entre justicia y misericordia, especialmente en la teología paulina de la justificación del pecador elaborada en las Cartas a los Romanos y a los Gálatas. Dios justifica al pecador en virtud de la sangre de Cristo, que asumió nuestro lugar, nuestra miseria, para que la justicia se tornara misericordia.

No puedo extenderme más en estos prolegómenos. El Aquinate conocía muy bien la Sagrada Escritura, y a los Padres de la Iglesia; esa tradición tan amplia cuanto admirable se encuentra detrás de su estudio sobre la justicia y la misericordia de Dios, y aflora discretamente cuando corresponde. No falta el apoyo en Aristóteles y en Cicerón, sobre todo en el primer estudio cronológicamente hablando de Santo Tomás sobre el tema de la justicia, a saber, el Comentario al Libro IV de las Sentencias, distinción 46. En las dos cuestiones de este apartado se encuentra un desarrollo muy extenso, que se reducirá a lo esencial en la síntesis de la Summa Teologiae.


Justicia y misericordia de Dios

Un planteo previo al estudio de la justicia divina consiste en establecer de qué modo o en qué sentido puede atribuirse a Dios una virtud moral. El asunto es aclarado en el primer artículo de la cuestión 21, en la respuesta a la primera objeción. Sólo cabe atribuirle aquellas virtudes que versan circa operationes, como la justicia, la liberalidad y la magnificencia, cuyo sujeto no es una pasión sino la voluntad, ya que no hay en Dios apetito sensitivo. Pero siguiendo a Aristóteles se excluyen las actiones civiles, como hacer contratos, restituir depósitos y otras ocupaciones por el estilo, propias de los hombres. El pasaje citado descuella porque en el mismo el Filósofo afirma que la felicidad perfecta -aquella de la que gozan los dioses- es theōretiké tis enérgeia: la contemplación. En la Summa Contra Gentiles, obra de 1259, Tomás había escrito que la perfección de la inteligencia y de la voluntad divina no puede carecer de aquellas virtudes quae sunt principia operationum absque passiones; al comienzo de ese capítulo había citado como ejemplo: verdad , justicia, liberalidad, magnificencia, prudencia y arte; excluye allí la justicia conmutativa, ya que Dios no recibe nada de nadie, aunque podamos hablar así per similitudinem. Dirá lo mismo en el Comentario al De divinis Nominibus: entre las virtudes morales, solo la justicia puede atribuirse a Dios con mayor propiedad, porque no versa sobre pasiones sino sobre acciones. Subrayo el magis proprie, ya que en la Sagrada Escritura, en el Antiguo Testamento especialmente, se muestra a un Dios apasionado en su relación con el pueblo que ha elegido, y con los otros, mediante expresiones que obviamente la exégesis debe interpretar como figuras humanas de su justicia (la ira y la amenaza, por ejemplo) o de su misericordia (la ternura materna o el amor esponsal) que permiten comprender el misterio de su intervención en el mundo de los hombres.

La distinción aristotélica entre justicia conmutativa y justicia distributiva es tomada como punto de partida en todo discurso tomasiano sobre la justicia de Dios. Para distinguirlas el Filósofo se basa en la proporción y en las relaciones aritméticas. Pero en la Summa la autoridad de la afirmación para descartar en Dios la justicia conmutativa procede de San Pablo: Nadie pudo darle nada antes a Dios para que Él deba retribuirle; es imposible entablar con Él una relación de toma y daca. En cambio, corresponde a la naturaleza divina ser el Dador por excelencia, el que gobierna o dispensa, como en el orden de una familia o de una sociedad (del siglo XIII, claro está; actualmente el autor no podría asumir estos ejemplos): dat unicuique secundum suam dignatatem. El orden del universo, que los hombres procuran empeñosa e injustamente desordenar, manifiesta la justicia de Dios, lo mismo que su providencia, dentro de cuyo admirable concierto cabe el ejercicio, muchas veces descabellado, de la libertad humana.

Estamos en el artículo primero de la cuestión 21 de la Primera Parte de la Summa, que se cierra con una cita dionisiana que viene apropiadamente a completar lo ya expresado acerca de la dignidad de los beneficiados a los que Dios reparte sus dones. La justicia distributiva observa en los tratos y gracias divinas una igualdad proporcional (tò análogon de Aristóteles), es decir ut det unicuique secundum quod dignus est. En este pasaje de la Expositio conviene remarcar el “a cada uno”; el conocimiento y el amor de Dios se dirigen personalmente a sus criaturas. Se observa entonces un orden (táxis) en el cual la naturaleza (physis), la dignidad (axía) y el poder (dýnamis) de los seres es tomado en cuenta, para el trato con ellos, por la generosidad del Creador. En su Comentario al De divinis Nominibus, que precede en dos o tres años al comienzo de la Summa, Tomás se remite a dos obras de San Agustín para señalar que Dios distribuye todo el bien (esa es la mensura, que incluye la belleza de la forma y el decoro del orden. Debe descartarse, entonces, toda confusión; el conjunto de la obra divina es, según Dionisio amigé kái asýmphyrta, sin mezcla ni embrollo.

Se cumple una obra de la justicia de Dios cuando Él da a cada uno lo que le debe según la razón (el lógos) de su naturaleza y condición; al hacerlo no es deudor de nadie sino que se remite al orden de su sabiduría. Como se ha indicado antes, en esa relación Dios distribuye unicuique proportionabiliter secundum suum modum. A veces su justicia es condescendencia de su bondad, otras veces retribución de los méritos. Esta afirmación se apoya en una cita del Proslogion de Anselmo: Dios es justo cuando castiga a los malos porque es eso lo que corresponde a sus méritos, pero cuando los perdona es justo porque esa acción de perdonar condice con su bondad. Por aquí despunta nuevamente la inseparabilidad de la justicia y la misericordia en la naturaleza divina, y se advierte la ambigüedad en que se incurre cuando se pretende proyectar en Dios los parámetros humanos de la justicia. En el Comentario a las Sentencias se lee que en Dios se encuentra alguna forma de justicia conmutativa respecto a la creatura, como se encuentra entre padre e hijo, según una igualdad de proporción; esta se establece entre lo que Dios hace con sobreabundancia y lo que a la creatura le falta: id quod superabundanter facit podría llamarse misericordia (aunque Tomás no lo diga). Se verifica en el perdón de los pecados, quia decet eum; ¡qué más propio de Dios!.

Tomás identifica la justicia de Dios con la verdad (la emuná veterotestamentaria), porque se cumple en ella la adaequatio de las cosas al saber divino creador; en la creación en cuanto tal -aun cuando el hombre la arruine- y en los avatares de la historia, brilla el orden de la sabiduría divina. Por eso todo tiene sentido.

El Pseudo Areopagita menciona tres actividades de la justicia divina: la distribución en cuanto tal, el orden por el cual es siempre inconfusa -no irrumpe ni usurpa un beneficiado a otro- y el hecho de ser la justicia divina la causa, para cada uno, de su propia operación; de allí el concierto, la sinfonía de la totalidad, que se logra por la observancia de los límites. Una interesante observación: quienes protestan contra la justicia divina ignoran la argumentación precedente y manifiestan su propia injusticia, diríamos que se autoexcluyen de aquella inigualable y misteriosa armonía. Otra objeción: si es justo, Dios debería imponer necesidad, suprimir toda variación -implícitamente la libertad humana- para fijar a todas las creaturas en una identidad inmóvil que sería más perfecta. La sabiduría divina, por el contrario, conserva cada naturaleza en su propio orden y capacidad : los mortales como mortales y los inmortales inmortales. Tomás apunta que este, el del objetante, es un iudicium perversum. Se me ocurre que ha sido y es, bajo diversas formas, el sueño de todas las gnosis. Una queja de todas las épocas ya la recogía Dionisio en el siglo V o VI: ¿por qué Dios, si es justo, permite que los buenos sufran a manos de los malos y no impide esa iniquidad? Los buenos -se responde- si son verdaderamente tales (sancti, en griego hósioi) al sobrellevar las penas temporales se unen con amor más fervoroso a las realidades espirituales, crece en ellos el amor de Dios y la fuerza para luchar virilmente por la justicia. También es propio de la justicia divina que la fuerza de ánimo no se debilite o desfallezca totalmente por los dones de la prosperidad.

La cercanía en Dios de la justicia y la misericordia, su paradojal vinculación, pudo comprenderla Santo Tomás en su rezo cotidiano de los Salmos, ya que es muy difícil que el Doctor Común de la Iglesia pudiera aislar uno de otra, pensamiento y oración. El Salmo 135 (136 en la numeración hebrea) repite como estribillo ki leolam jasdô, “porque es eterna su misericordia”; entre las obras de misericordia realizadas en favor de su pueblo se incluye el castigo de los enemigos: hirió a los primogénitos de Egipto, hundió en el Mar Rojo al Faraón con sus tropas, dio muerte a los reyes Sijón y Og para entregar sus territorios al pueblo de Israel. Es verdad que en el Antiguo Testamento Dios parece hacerlo todo Él directamente, obviando el complejo juego de las causas segundas. Este modo de expresión, propio de la cultura de la época en que se gestaron aquellos textos venerables,y del pensamiento semítico en general, no debe constituir prejuicio para que nosotros examinemos los atributos divinos de acuerdo a un método estrictamente teológico, con los antecedentes filosóficos que correspondan.

En su Expositio sobre el texto dionisiano, admite Santo Tomás que son efectos de la justicia divina la salvación universal, la liberación y una especie no injusta de desigualdad. Salvación (sōtería) implica que el Señor custodia y conserva en cada uno la sustancia propia según su naturaleza, sin mezcla extraña, el propio orden, y es causa de la propia operación. En los tres casos subraya Dios que su salvación es pura (kathará); se refiere al respeto de lo que a cada ser corresponde según su propiedad. Dios libra del mal a las criaturas ejerciendo su justicia, impidiendo que “caigan” del propio bien. Se trata de la restitución de la caída causada por el libre albedrío (anticipándonos podemos identificar esta acción divina con el perdón de los pecados) o en la corrupción natural. Dios lo hace per propiam bonitatem. La liberación (apolýtrōsis) consiste en que no permite que los seres caigan en la nada (to mē eînai); libra asimismo de la caída de la pasión al pecado (plēmmelés) y de la debilidad (adranéia) que impide conservar el propio orden. También libra la justicia divina de la privación (stérēsis) o defecto en la perfección. El Señor lo hace, apunta el Aquinate, paterno et misericordi affectu: completa, restaura y confirma en el bien, perdona los pecados. El original dionisiano dice patrikōs, paternalmente. Excluyendo siempre toda desigualdad injusta; da lo más o lo menos según la proporción que corresponda a la dignidad de cada naturaleza y su propia capacidad. Como vemos, reaparece siempre la condición que caracteriza a la justicia conmutativa. Pero a esta altura de la obra del Angélico, genéticamente considerada, si bien la misericordia aparece como efecto de la justicia, se identifica con ella.

No debe extrañar, por tanto, que en la síntesis que es su obra magna, Tomás haya reunido en una misma cuestión los dos atributos divinos. La misericordia se le atribuye maxime, pero como un hecho, como efecto de su bondad, que se identifica con su ser, y no como un efecto pasional. Ahora bien, ¿cómo podemos comprender los hombres que Dios –los dioses, dirían los antiguos- se inclinan hacia nuestra miseria por un vuelco de su corazón? En el Antiguo Testamento, como ya lo he indicado, para dar a entender las intervenciones de YHWH a favor de su pueblo, se lo presenta apasionado, iracundo o tierno, paternal y maternal. Los nombres hebreos de la misericordia pueden ser tanto jésed (gracia, bondad) o jen (mismo significado), cuanto rajamim, el adjetivo correspondiente a este término es rajúm. Se trata de una misericordia entrañable, ya que réjem designa el útero, el seno materno; la misericordia de Dios, que es Padre, es maternal, así se nos hace comprender sensiblemente, a través de tales figuras, hasta dónde puede llegar su amor. Atribuir a Dios la misericordia implica afirmar una relación suya con la miseria. La afirmación certera, referida obviamente a la naturaleza divina Deus autem nullo modo miseriae particeps esse potest elude la cuestión cristológica de la kénosis del Hijo, que sin contagiarse de nuestros pecados cargó con ellos para disolverlos en su tránsito pascual. Agustín desarrolló ampliamente una teología de la infirmitas Christi, especialmente en sus Enarrationes in Psalmos, y el mismo Tomás, en su Comentario a la Carta a los Filipenses, subraya la humilitas, la obedientia, y añade que Cristo non recusavit mortem y también non fugit ignominiam. Esa participación de la persona del Hijo en la miseria humana fue el instrumento de la misericordia divina. Habría que hurgar en la tercera Parte de la Summa.

El misericordioso, enseña Tomás, afficitur ex miseria alterius per tristitiam, como si la miseria ajena fuese suya propia. Lo que corresponde a Dios no es entristecerse, sino eliminar la miseria de la creatura por un efecto de la bondad divina. Aquí aparece una triple distinción: la bondad es la fuente de una comunicación de perfección, pero en cuanto esas perfecciones son otorgadas por Dios según la proporción o medida de su sabiduría, son obra de su justicia; en cuanto son pura bondad, ya que no pueden implicar para Dios utilidad ninguna, habrá que hablar de liberalidad y en cuanto que las perfecciones que concede suprime los defectos, la intervención divina corresponde a la misericordia. Esta enseñanza aparecía esbozada, como hemos visto, en la Expositio tomasiana sobre Dionisio.

En el artículo cuarto de la cuestión que voy comentando, el Aquinate apunta: opus divinae iustitiae semper praesupponit opus misericordiae. Pero la misericordia no deroga la justicia, sino que es una cierta plenitud suya. El antecedente está siempre en la bondad de la voluntad divina, que es el último fin, y la creatura es creatura. La misericordia aparece en todas las obras de Dios, y su bondad es tan abundante que siempre da de más: largius dispensat quam exigat proportio rei. Esta riqueza sobreabundante es una manifestación de su omnipotencia. Me permito introducir aquí una brevísima digresión, un juicio que proviene del sentido común cristiano: recuerdo haber leído en el Diario de Santa María Faustina Kowalska que el diablo odia a Dios porque Dios es bueno. Ni la misericordia de Dios ni la nuestra pueden serle gratas al Enemigo.


Misericordia y justicia del cristiano

San Cesáreo, obispo de Arlés a comienzos del siglo VI, enseñaba a sus fieles que existe una misericordia terrena y humana y otra celestial y divina; la primera consiste en atender las miserias de los pobres, la segunda en el perdón de los pecados.

Santo Tomás despacha, también en cuatro artículos, la cuestión de la virtud humana, es decir, cristiana de la misericordia. En el primero parte de la descripción agustiniana: es la compasión cordial, que conmueve nuestro corazón por la miseria ajena y nos impulsa a ayudar a superarla en la medida que podamos; se deduce allí también, de una afirmación del Doctor Hiponense, que la miseria se impone al sujeto que la padece, y por lo tanto contradice su felicidad. El motivo de aquel sentimiento son los males que dañan y entristecen, porque naturalmente todos deseamos lo contrario; al compadecernos compartimos esa situación de desdicha. La motivación se robustece, obviamente, si el miserable sufre el bloqueo de su libertad, y la necesidad de que alguien se apiade es aún mayor si al pobre la suerte siempre le es adversa. Subrayo el semper. Sabemos que esto ocurría en tiempos de Aristóteles, de quien se cita en el texto un pasaje de su Retórica, en tiempos de Santo Tomás y en el nuestro. La desgracia acecha continua e inopinadamente a la condición humana. Pobre llamé yo al digno de misericordia, que es víctima indignamente de sus males; la sociedad moderna exhibe muestras desgarradoras, inhumanas, de exclusión y abandono. ¿Quién, qué corazón se moverá a ayudar a esas multitudes?.

En el ad primum admite el Aquinate que la culpa, el pecado, puede ser ya de algún modo pena -¿no es acaso para un cristiano la máxima desgracia?-, de allí que debamos compadecernos de los pecadores, que pueden sobrellevar consecuencias no deseadas, aunque los aplaudan los periodistas, que suelen aplaudir insensatamente a los que viven en pecado y padecen luego el resultado de su extravío. De nosotros, y de las personas que nos son queridas no tenemos, propiamente hablando, misericordia, sino más bien dolor. Este dato es fundamental: la compassio super miseria aliena, que constituye la misericordia, solo puede surgir en el alma del misericordioso porque aquella desgracia del otro le duele y lo entristece como si fuera propia. O está afectivamente a él ligado -propter unionem amoris- o se encuentra en una situación semejante y piensa que los mismos males pueden precipitarse sobre él. Una observación de índole psicológica y sociológica lleva a Tomás a hacer la cuenta: la gente reflexiva y los ancianos por su experiencia -ambos saben qué es la vida- así como los timoratos y debiluchos tienden a ser misericordiosos; los que se creen felices y los poderosos, en cambio, se encierran fácilmente en su egoísmo, porque todo, al parecer, les va bien.

La dimensión propiamente moral de la misericordia es abordada en los dos artículos restantes de esa cuestión 30. Se afirma el carácter virtuoso de lo que ya no se reduce a “sentir” dolor y tristeza por el mal del prójimo, sino que en su configuración ética y en sus efectos intervienen la razón, la voluntad, la libertad, el dominio de sí. Una postura que el Aquinate define motus appetitus intellectivi. Ya no un mero arranque del corazón, sino -como lo expresa una bella cita del agustiniano De civitate Dei- la misericordia se asocia a la justicia para ayudar al indigente o perdonar al arrepentido. El sentimiento que nos afecta ante el mal ajeno es entonces asumido de modo enteramente personal, es una decisión sólida y de suyo habitual, que enriquece la personalidad. No tiene por qué oponerse al sentimiento, que podrá otorgarle un rasgo de cercanía y de ternura, ya no momentáneo, pasajero, sino especie sensible de una firme y generosa voluntad. Análogamente a lo que se refiere a la misericordia de Dios, también en el caso del hombre, en el nuestro, se trata de hechos, de acciones.

El razonamiento de Tomás sobre la virtud cristiana de la misericordia culmina con el planteo acerca de su jerarquía en la escala de las virtudes. Afirma que considerada en sí misma es la máxima porque resulta algo así como una fuente, una efusión que tiene por finalidad rescatar al otro de sus carencias. ¿Qué acción mayor se puede ejercer? Por eso se ha dicho ya que es la misericordia algo propio de Dios y en lo que se revela su omnipotencia. Pero si nos referimos a la persona que ejerce la misericordia, habrá que afirmar que esa virtud es superada por la caridad, por el afecto de caridad que nos une directamente a Dios, y este bien incomparable es mayor, porque Dios es mayor, es superior, que el prójimo del cual se ocupa el misericordioso. Ahora bien, el Aquinate debe reconocer que la misericordia es potissima, la mayor, de todas las virtudes que se refieren al prójimo; no se puede hacer algo más valioso que subvenir a los defectos ajenos. Es el sacrificio que más agrada al Señor; nos asemejamos a su modo de obrar. Misericordiosos como el Padre, ha sido precisamente el lema del Año Jubilar de la Misericordia. El estudio que Santo Tomás nos ha ofrecido nos permite considerar que aquella aspiración que la Iglesia nos propone, no es un eslogan, sino la cima de un proceso de crecimiento espiritual que no podrá alcanzarse sino a través de un trabajoso empeño de purificación, para que reine en nuestros corazones ese rasgo que nos identifica con el Padre. En los Evangelios, sobre todo en el texto de Lucas, se insiste en la preferencia de Cristo y por consiguiente de sus discípulos, por los pobres. Las miserias materiales iban muchas veces, según el Evangelio, unidas al pecado. ¿Por qué no habrá de ocurrir lo mismo ahora? Se perfila así el pésimo de los defectos a atender: la miseria espiritual, junto con el alivio, en cuanto sea posible, de tantas miserias materiales.

Santo Tomás recoge esa doble dimensión de la miseria humana en su extenso comentario a las Bienaventuranzas en la Lectura in Matthaeum. Como telón de fondo se encuentra siempre la noción clásica de beatitudo; clásica y múltiple, que él se ocupa de discutir y distinguir cuidadosamente. La obra procede de las clases dictadas en París, entre 1256 y 1259. La definición de la misericordia es ya la que pasará a las obras posteriores, y parte de la comprensión misma del nombre, en el que se implican la miseria y el corazón. Felicidad y miseria marchan juntas porque la primera se obtiene mediante el ejercicio de las virtudes, mientras que la segunda -peor que la carencia de bienes temporales- es la vida en pecado. Y es esta la doble faz de la vida humana. En efecto, existe una doble miseria, la carencia extrema de los bienes materiales necesarios y la otra, que no suele verse, el desorden de vida por olvido de Dios y desprecio de su ley, y en consecuencia surgen dos acciones diversas de la misericordia: el consejo y la corrección de los pecadores (algo que actualmente la corporación mediática y los lobbies no toleran) y la ayuda efectiva a los marginados del mundo cómodo y consumista (que suele ser objeto de promesas incumplidas de los políticos y de la bulla demagógica de algunos sectores). El ejercicio cristiano de la misericordia se cumple con la mirada puesta en el Reino definitivo, del cual quedará evacuada la doble realidad de la miseria, la espiritual y la material. En anticipo del Reino, el amor cristiano nos impulsa a colaborar en la mejoría del mundo presente, ocupándonos de sus múltiples males: la falta de tierra, techo y trabajo de tantísima gente, la ruina de la educación, el menoscabo de la dignidad humana en la mujer, los niños desnutridos y los huérfanos con padres vivos, el descuido de los ancianos y de los enfermos, la violencia multiplicada y otros males que saltan a la vista. Hacer lo que podamos es la consigna. También el anticipo del Reino exige que procuremos vivir en santidad y denunciar el pecado sin condenar a las personas -el juicio está reservado a Dios -pero indicando con claridad que se trazan sendas perversas hacia la ruina espiritual- de la que se seguirá también probablemente la material. Las perversiones son asumidas por los legisladores, ilegítimamente, en el cuerpo legal de la Nación. Se contraría en esas disposiciones injustas no solo la fe católica y el talante básicamente cristiano de nuestro pueblo, sino aun la razón natural, la naturaleza de la persona humana. Se lo hace en nombre de la justicia, de la no discriminación; una contradicción absurda y engañosa.

Viene a propósito la fórmula exactísima que desliza Tomás en su comentario a la bienaventuranza de los misericordiosos: “la justicia sin misericordia es crueldad, la misericordia sin justicia es la madre de la disolución”. Fue escrita en el siglo XIII, pero le cae exactamente al XXI, en el que sufrimos a la vez la crueldad y la disolución.

Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata.
Citas
Summa Theologiae II-II, q. 30 a. 4c: misereri ponitur proprium Deo: et in hoc maxime dicitur eius omnipotentia manifestari. Las referencias aludidas mediante las expresiones ponitur y dicitur son de carácter litúrgico y corresponden a dos oraciones Colectas, en uso menos entonces. Ver nota 25.
Me limito a solo dos ejemplos del Salterio. En el Salmo 35 (36), 6-7 se confronta la maldad del pecador y la bondad de Dios: Tu misericordia (jasdeka) Señor, llega hasta el cielo, tu fidelidad (emunateka) hasta las nubes. Tu justicia (tsidqateka) es como las montañas, tus juicios (mishpateka) como un océano inmenso. También en el Salmo 91 (92), 3 las leyes del paralelismo sugieren identificar la misericordia o el amor (jasdeka) con la fidelidad (emunateka) de Dios.
Para citar un solo pasaje, cf. Rom. 3, 21-22: dikaiosýne theoû dià písteōs Xristoû.
Summa Theologiae I, q. 21, 1-4.
Ética a Nicómaco, Libro X, cap. 8, 1178ss.
Summa Contra Gentiles I, cap. 93.
In Librum Beati Dionysii De Divinis Nominibus Expositio, Cap. VIII, lectio IV: inter virtutes morales, sola iustitia potest Deo magis proprie attribui. (Ed. Ceslai Pera 771).
Ética a Nicómaco, Libro V, cap 3 y 4, 1131 b -1132ª, donde se analiza simétricamente lo justo y lo injusto. La distinción establece: lo justo es lo proporcional (to análogon), propio de la distribución; o bien una igualdad (íson ti), la conmutación.
Rom. 11, 35. La expresión paulina tiene antecedentes en el Antiguo Testamento; el màs cercano parece Job 41, 3, aunque las versiones varían notablemente. La idea que transmite el pasaje es que nadie puede tratar con Dios de igual a igual, ni enfrentarse a él. El Apóstol habla de dar por anticipado, tomando la iniciativa (proédōken), para ser retribuido en justicia (antapodothésetai)
I, q. 21, a. 1 c.
Santo Tomás afirma que el orden universal aparece también in rebus voluntariis manifestando su justicia (ib.)
De Divinis Nominibus, cap. VIII (47ª). Las referencias agustinianas en la Expositio de Tomás corresponden a De natura Boni contra Manichaeos cap. 3, V y De Genesi ad litteram, lib. IV cap. 3. Notar también que en este Comentario el Doctor Común ya citaba el texto paulino de Rom. 11, 35 (Ed. Pera 775).
I q. 21, a.1 ad 3.
IV Sent. D. 46, q. 1 qla. 1.
I, q. 21, a. 1 ad 3. Proslogii, c. 10: cum punis malos, instum est, quia illorum meritis convenit; cum vero parcis malis, instum est, quia bonitati tuae condecens est.
I, q. 21, a. 2
Expositio, ed. Ceslai Pera 779 ss.
Ib. 783
Ver ahora el capítulo VIII, lección V del texto dionisiano y del comentario tomista.
I, q. 21, aa. 1-2; aa. 3-4.
IV Sent. D. 46, q.2 a.2).
Ad Philippenses, lectio 2.
Ib. a. 3 c.
I, q. 21, a 3 ad 2: misericordia non tollit iustitiam, sed est quaedam institiae plenitudo. En el Comentario a las Sentencias encontramos esta otra fórmula: nec immensitas misericordiae excluidit iustitiam a divino opere, nec immensitas iustitiae misericordiam (IV Sent. d. 46, q. 2 a. 2).
II-II, q. 30, a 4c: misereri ponitur proprium Dei, et in hoc maxime dicitur eius omnipotentia manifestari. El dicitur se refiere al origen litúrgico de la fórmula; en tiempos de Santo Tomás y durante los siglos sucesivos hasta la reforma establecida por Pablo VI, la misericordia como manifestación de la omnipotencia divina aparecía en la Oración Colecta del Domingo X después de Pentecostés: Deus qui omnipotentiam tuam parcendo maxime et miserando manifestas: multipica super nos misericordiam tuam; ut ad tua promissa currentes, caelestium bonorum facias ese consortes. La oración ha perdurado con una leve variante en el actual Ordo Missae como Colecta del Domingo XXVI del Tiempo Ordinario: Deus, qui omnipotentiam tuam parcendo maxime et miserando manifestas, gratiam tuam super nos indesinenter infunde, ut, ad tua promissa currentes, celestium bonorum facias ese consortes. Hago notar que según estas expresiones la misericordia divina consiste en el perdón de los pecados. La liturgia es una de las fuentes de la teología.
Sermo 25, 1: Est ergo et terrena et caelestis misericordia, humana scilicet et divina. Qualis est misericordia humana? Ipsa utique, ut respicias miserias pauperum. Qualis vero est misericordia divina? Illa, sine dubio, quae tribuit indulgentiam peccatorum (CCL 103, 111).
II-II q. 30, 1-4.
Id. a. 1 ad 2. En el ad tertium añade Tomás otra exquisita observación: la gente acostumbrada a llevarse el mundo por delante y los que reaccionan virilmente ante los problemas porque así los ha hecho la vida con sus golpes, no se inclinan a la misericordia. Lo mismo ocurre con los soberbios, que piensan que todo lo que sufren los demás se lo merecen.
II-II q. 30, a. 2.
Ib. a. 3.
Ib. a. 4: secundum se quidem misericordia máxima est. Subrayo el quidem: por cierto, en realidad, sin dudas.
Ib. ad 1.
Ib. ad 3.
Super Evangelium S. Mattaei Lectura, Ed. R. Cai, Caput V, II.
Ib., ed. Cai 429: iustitita sine misericordia crudelitas est, misericordia sine iustitia mater est dissolutionis.

San Luis Rey


Josè Carrreras-Tenor


Revista Cabildo


Tres Tenores


Cómo ocultaba Kirchner lo que hacía con la plata de Santa Cruz

Investigación exclusiva
Documentos revelan las evasivas que el Banco de esa provincia le respondía al juez que investigaba la causa.


Ex Presidente Néstor Kirchner y ex gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo.
Ex Presidente Néstor Kirchner y ex gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo.
En 1993, Néstor Kirchner era gobernador de Santa Cruz cuando su provincia recibió alrededor de 600 millones de dólares en concepto de “regalías petrolíferas mal liquidadas” de parte de la empresa estatal YPF. El ex presidente anunció que los “fondos de Santa Cruz” serían usados por el Estado con “prudencia” y “tino” para transformar el modelo económico de la provincia. Fue una promesa incumplida.
Desde 1993 hasta ahora el destino de esos “fondos”, fue ocultado por la familia K a la ciudadanía. Clarín inició el domingo pasado una serie de notas con documentos oficiales que muestran que esa plata estatal, y no privada, fue manejada por el mismo Kirchner, que la transfirió a bancos del exterior y realizó inversiones y cobró comisiones e intereses sobre lo que tampoco informó nada nunca, a pesar de las presiones y denuncias de la oposición nacional y provincial.
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Kirchner zigzagueó siempre con sus respuestas ante los medios sobre ese tema. Clarín publica hoy nuevas pruebas que demuestran cómo los datos oficiales sobre el rumbo, estado y destino de los “fondos” también le fueron negados a la Justicia en una causa que investigaba esa trama. El juez que investigaba el caso era Juan José Galeano: subrogaba el juzgado número 10, vacante desde la renuncia de Gustavo Literas, donde se tramitaba ese expediente.
Galeano le ordenó al Banco Central de la República Argentina (BCRA), y al Banco Santa Cruz, que le enviaran la información que tenían sobre el manejo de los “Fondos de Santa Cruz”. Kircner ejercía entonces una absoluta influencia política sobre las dos entidades financieras. El magistrado avanzó.
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El 11 de agosto del 2004, el BCRA respondió un oficio en el que Galeano le pedía a ese entidad pública que le “informe” sobre “todas las transferencias al exterior que se encuentran registradas como realizadas por el Gobierno de Santa Cruz durante los años 1994 y 1995, debiendo acompañar copia certificada de dichas operaciones como así también de todo antecedente relativo a las mismas, precisando fechas, montos, destinos como así también entidades y personas físicas participantes”.
El BCRA estaba al mando del hoy minsitro de Haciendas y Finanzas, Alfonso Prat Gay, pero no fue él quien le respondió al magistrado. Decir “respondió” es un decir. En realidad el BCRA le aseguró al juez que el banco solo “cuenta actualmente con información vinculada a las operaciones del tipo de las solicitadas que hubieran sido concertadas a partir de la entrada en vigencia del Mercado Único y Libre de Cambios, en febrero de 2002”.
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En ese texto se citaban reglamentaciones alusivas a la falta de custodia de papeles cruciales para conocer maniobras financieras de dinero de las provincias, como lo fueron las transferencias al exterior de los “Fondos de Santa Cruz”.
El BCRA, en un escrito firmado por Norberto Bonifacio, Analista de la Gerencia de Asuntos Judiciales, y por José María Gielis, subgerente administrativo de la misma gerencia de Asuntos Judiciales, argumentó que no podía aportar documentación sobre el manejo que había liderado Kirchner de los 600 millones de la polémica porque había una “inexistencia actual de registros anteriores” debido a la “innecesariedad (sic) de solicitar y conservar más durante más tiempo información de ese tipo desde que la Ley de la Convertibilidad permitió “la libertad cambiaria” y “la no intervención de esta institución” en finanzas como las del Gobierno de Santa Cruz.
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Desde el entorno de Pray Gay le transmitieron a Clarín que “el presidente del BCRA no suele enterarse de las respuestas de rigor del departamento jurídico”.
El 1 de octubre del 2004, el Banco Santa Cruz, ya privatizado pero con hombres de Kirchner ocupando puestos claves en la entidad, le oficializó a la Justicia que tampoco le podía dar en ese momento información sobre los “Fondos de Santa Cruz” que habían sido girados al exterior, y recibidos -en parte- por esa misma entidad cuando era pública, y privada también. La no-respuesta al juez Galeano fue más rústica que la que le dio el BCRA.
Según el entonces Gerente General de ese Banco, José Alberto Secco, la documentación sobre el manejo de los “fondos” no se encontraba porque “hay períodos” en los que “cada transacción bancaria no se encuentra informatizada”. Le explicó al juez que la “documentación” que buscaba “se encuentra archivada en legajos diarios generales” y que sería buscada “manualmente”. Aun así, se le aseguró al juez Galeano que se le entregaría lo “solicitado” en “aproximadamente veinte días de trabajo”. Esa fecha tope coincidió, quizás por producto por azar, con el futuro de la causa sobre los fondo y el patrimonio K.
Galeano dejó de trabajar en el caso quince días después: renunció a su puesto y debió afrontar un juicio en el Consejo de la Magistratura por su acutación en la causa AMIA. Coincidencias judiciales, más allá de por qué y cómo se apartó al juez por su pesquisa sobre el atentado a la mutual judía en 1994.
A pesar del bloqueó informativo impuesto por los Kirchner, buena parte de los documentos sobre el destino originario, las inversiones y otros avatares sobre los “Fondos de Santa Cruz”, hoy se conocen. Clarín está informando sobre el tema. Y lo seguirá haciendo.

Situación de Penales




Carmelitas Descalzas


" Ante el abuso del asalto al Convento de las Carmelitas Descalzas de Nogoyà el 25 de agosto de cte. año;me he enterado con suma indignaciòn por la cobarde actuaciòn realizada a la cuatro y media horas de la madrugada, violentando sus puertas como si fueran un refugio de peligrosas delincuentes .
Esto me hace recordar numerosas etapas vividas junta a esta Sagrada Congregaciòn Catòlica.
Muy ràpidamente recuerdo una urgencia a la madrugada que atendì a su Priora ,la Madre de San Elìas ,en su Convento, vecina la la Parroquìa de Pompeya.He dejado un Historia Clinica a pedido de sus Hijas, debido a que su vida se prolongò por cuatro años màs, sin poder dar un explicaciòn natural de lo que me sucediò en ese instante.
Posteriomente el Convento fue trasladado frente al Seminario ,donde està actualmente y la Madre Superiora- estupenda religiosa- a los pocos años fue destinada a fundaciòn del un Convento en Nogoyà- el actual ultrajado-y que me tocò atenderlas por varios años como profesional.
No puedo dejar de comentar que Santa Teresa de Jesùs de Àvila, fundò ella , 17 convento con sus reglas reformadas.Visitamos la Casa Central " San Josè " y pudimos-de rodillas-ver a travès de las rejas ,su Celda.
Allì un banquito,con tintero y pluma_escribìa sus " Moradas "- y sus versos, sentada en el suelo y su camastro tenìa com almohada " un tronco de àrbol ",(Làtigo o silicio ?... ). 
Recorriendo las murallas , entramos en Iglesia en donde exite el cuarto donde naciò SantaTeresa ,con una hermosa imagen de Gregorio Fernàndez o Hernàndez, escultor famoso.
Vimos un dedo de la Santa y, fuera de las murallas en el Monastetio de Santo Tomàs, el Cristo Redentor que hablaba con Ella ,que entraba en levitaciòn.(PALACIO DE LOS REYES CATÒLICOS) "
Esto y mucho màs son argumentos que me hacen amar sinceramente el CARMELO y sentir el dolor de su profanaciòn "
 
Federico Carlos Scharn Y Vidal.
 
 
 

miércoles, septiembre 21, 2016

Mons. Héctor Aguer

Lo legal y lo legítimo
Reflexión de monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, en el programa "Claves para un Mundo Mejor" (17 de septiembre de 2016)

¿Ustedes han pensado alguna vez en la diferencia que hay entre legal y legítimo? Se puede buscar en el diccionario, pero la diferencia es de conceptos de los cuales dependen comportamientos, y no sólo comportamientos, sino todo un ordenamiento.

Lo legal es aquello que está de acuerdo a la ley. Se sanciona una ley y lo que dice la ley es legal, hay que cumplirlo. Ahora bien, esa ley sancionada por mayoría, de acuerdo al esquema democrático que nos rige, puede ser una ley no legítima. ¿Qué quiere decir que no es legítima? Quiere decir que no es conforme a justicia. Y es así porque, desgraciadamente, se pueden sancionar leyes que no son justas, son leyes injustas, inicuas. Entonces, no legítimas.

Hay ejemplos. Voy a dar algunos ejemplos delicados, pero que tienen un influjo enorme en la sociedad. La ley de identidad de género ha sido reglamentada además por el gobierno anterior y según esa reglamentación se torna obligatorio que se ofrezca a personas que quieren hacerlo, toda clase de cirugías para adecuarse el cuerpo al modo como ellos sienten su personalidad. Se trata de un sector minúsculo de la población. Son operaciones gratuitas, según el PMO (Programa Médico Obligario). Vienen del exterior, incluso, personas en esas condiciones a hacerse estas cirugías. Hay una lista muy extensa de nombres, nombres rarísimos que yo no he podido retener, que definen que se extirpan órganos o se ponen imitaciones para adecuar el cuerpo a lo que la persona siente que es. Eso es legal pero me pregunto: ¿Es legítimo? ¿Es conforme a justicia? Porque se trata siempre de grupos minoritarios y resulta razonable confrontar estas operaciones muy específicas con la situación que se vive en el país acerca del cuidado de la salud de la inmensa mayoría, de la totalidad de los ciudadanos.

Todos sabemos que hay chicos desnutridos, hay chicos que pasan hambre y sufren por eso daños perpetuos. Todos sabemos muy bien que en los hospitales públicos hay cirugías necesarias, por enfermedades reales que no se hacen o que demoran por falta de insumos o por lo que fuere. Los pobres deben aguardar eternamente para ser atendidos de manera insuficiente. Nos es bien conocida la situación de los ancianos, de personas que tienen enfermedades graves y que no reciben la medicación que necesitan. ¿Y, entonces, porqué en virtud de una disposición que es legal se está faltando al cumplimiento de necesidades y obligaciones que son conforme a justicia y que son verdaderamente competencia que el Estado tiene? Los jueces se pliegan a esta injusticia y “aprietan” con sus fallos a las obras sociales.

Esto implica que hay un cierto desorden en la vida democrática argentina. Es verdad que lo estoy compartiendo con ustedes, amigos televidentes, que no son legisladores, pero es una cuestión a pensar políticamente. Y aquí no se está haciendo discriminación de nadie, muy por el contrario, sino que yo me estoy refiriendo, y estoy haciendo fuerza, en este hecho: ¿Por qué tantísima gente, una gran mayoría del pueblo argentino pasa tanta necesidad en cuanto al cuidado de su salud y, en cambio, se gasta en pequeños grupos que resultan? Insisto: no quiero discriminar a nadie y tengo el máximo respeto por todas las personas. ¿No sería una especie de discriminación al revés, que la población mayoritaria que sufre tantas carencias sanitarias quede relegada del modo que sabemos?.

Esta es una de las consecuencias de confundir lo legal con lo legítimo. Lo legal tiene que ver con un ordenamiento que se sanciona de acuerdo a los procedimientos legislativos del país, las iniciativas de los políticos y las influencias que reciben; lo legítimo tiene que ver con la verdad, con la justicia, con la realidad moral de las cosas.

Se lo digo a ustedes porque me parece que es importante que todo el pueblo argentino cobre conciencia de esto, acerca de lo que está pasando, porque cada tanto, surgen las quejas razonables, justificadas de tantísima gente. Yo mismo he visto, cuando voy al policlínico o a tal o cual hospital de mi jurisdicción las colas inmensas de pacientes, que están esperando allí horas y horas, que no son atendidos o que no pueden ser atendidos como lo necesitan porque el sistema no funciona, más allá de la buena voluntad de los médicos.

Esto es algo que tiene mucho que ver con la realidad social, con la equidad social, sencillamente con la justicia.

Mons. Héctor Aguer, arzobispo de La Plata

EL ATAQUE AL INVENCIBLE - por Juan Luis Gallardo

Muy cierto el ataque. Jamàs el Imperio Britànico sufriò un pèrdida tan brutal como la ocasionada por nuestros heroicos aviadores en 1982 !!!".
Federico


para La Nueva Provincia
EL ATAQUE AL INVENCIBLE
por Juan Luis Gallardo
Con respecto a la Guerra de Malvinas son muy pocos  los hechos que no sean ya reconocidos y admitidos por las partes enfrentadas. Queda uno, sin embargo, a cuyo respecto no existe acuerdo, constituyendo un enigma que justifica traerlo a colación: las consecuencias del ataque al portaaviones Invencible por parte de la aviación argentina.
El domingo 30 de mayo de 1982, a mediodía, despegaron de la base de Río Grande dos aviones Super Etendard de la Aviación Naval, tripulados por el Capitán Francisco y el Teniente Collavino, que portaban el último Exocet de que disponía la Armada. Completaban la escuadrilla cuatro Douglas A4C de la Fuerza Aérea, a cargo de los Primeros Tenientes Ureta, Vázquez, Castillo y el Alférez Isaac, armados con cañones y bombas de 250 kilos. Dos Hércules KC 130 se encargaron de reabastecerlos en el aire.
Enganchado un buque grande por el radar de los atacantes, a 24 millas náuticas del blanco fue disparado el Exocet y los Super Etendard emprendieron el regreso. Los A4C prosiguieron tras el misil, sus pilotos observaron al buque envuelto en humo, Vázquez y Castillo fueron derribados y Ureta e Isaac dispararon sus cañones y arrojaron sus bombas sobre el objetivo, iniciando la retirada mediante un viraje cerrado. A ninguno de ellos les cabe duda en cuanto a que la nave fuera el Invencible. Los ingleses lo niegan, negando incluso el ataque. Y aducen en su favor dos circunstancias: que el secreto sobre la operación no pudo haberse mantenido tanto tiempo y que el buque llegó finalmente de regreso a Inglaterra, aunque con gran retraso.
Ahora bien, con motivo de la exploración petrolera que realizaron los británicos en el fondo del mar que rodea las Malvinas, la compañía adjudicataria requirió un mapa detallado, donde figuraran los barcos hundidos en la zona, para evitar operar sobre un cementerio submarino. Las autoridades entregaron el mapa, donde se señaló el nombre del buque hundido, la fecha del hundimiento y, con un puntito rojo, el lugar del mismo. Lo curioso es que, en ese mapa, en el lugar donde fue atacado el Invencible, aparece sólo el puntito rojo, sin el nombre de la nave hundida ni la fecha en que fue enviada al fondo del Atlántico.
Pese a que el dato es harto sugestivo queda en pie una grave dificultad: el buque habría entrado finalmente el puerto de Portsmouth en septiembre de 1982.
Todas las objeciones tienen respuesta, sin embargo. Por un lado, el príncipe Andrés, que estaba embarcado en el  Invencible, se refirió al ataque en una entrevista televisada. También lo hizo un enfermero transexual del portaaviones, llamado Brian Cash, que manifestó padecer un trauma por haber tenido que atender “terribles heridas” en la enfermería del navío, debidas a los feroces ataques de aviones argentinos durante el conflicto.
En cuanto al regreso tardío del barco, marinos amigos me han informado que el mismo tenía dos “mellizos”, el Ilustrious y el Ark Royal, que bien pudieron entrar a puerto haciéndose pasar por el Invencible.
Los británicos han establecido un plazo de 90 años para difundir algunas informaciones referidas a la guerra de Malvinas. Entre ellas las vinculadas con la suerte corrida por el Invencible. En lo que me respecta, tengo formada opinión  sobre el particular. 


domingo, septiembre 18, 2016

Fotos del astronauta Douglas Weelock


Fotos con historia


Paris como fue en la Edad Media


Carmelitas descalzas, monjas contemplativas

“Últimamente los monasterios estamos en la mira de muchos medios de comunicación social que no siempre aportan una información fidedigna, lo que ocasiona que muchos se hagan una idea falsa de las Carmelitas Descalzas”, dice la superiora del monasterio carmelita Santa María de la Pampa, de la ciudad de Santa Rosa, en una nota enviada a AICA, firmada como “Sus hermanas carmelitas pampeanas”.





Con el propósito de clarificar quiénes son y qué hacen las monjas carmelitas descalzas, la religiosa pampeana compartió, e hizo suya, la nota escrita por la hermana María Mónica de Jesús, presidenta de la Asociación de Carmelos Argentinos Nuestra Señora de Luján.

Tras informar que “desde la promulgación de la ‘Constitución apostólica sobre la vida contemplativa femenina’ del papa Francisco, la Iglesia no nos llama ya ‘monjas de clausura’ sino ‘monjas contemplativas’, “porque el Papa no nos identifica con los muros del edificio sino con las hermanas que allí vivimos y la misión que se nos confía”, la nota de la hermana María Mónica de Jesús alude al episodio ocurrido en el monasterio de Nogoyá.

“Formas y costumbres -dice- que respondían a la sensibilidad del siglo XVI, no dicen nada o son incomprensibles a la sensibilidad del tiempo en que vivimos. Algunas prácticas penitenciales hoy nos resultan chocantes. Pero nunca fueron instrumentos de tortura, ni fueron vividas así por quienes las usaron. Las más sabias tradiciones espirituales las consideraron con recelo por el peligro de soberbia que entrañaban y por ello estuvieron siempre sujetas al discernimiento de la obediencia. Hace años que fueron cayendo en desuso en la mayoría de las formas de vida consagrada. Hoy el Papa nos pide que busquemos los medios que nos ayuden a una vida más profética y creíble”.

Y añade: “Las carmelitas descalzas, como hijas de Santa Teresa, sabemos que “la verdad padece mas no perece”. Acompañamos a nuestras hermanas y estamos ciertas de que pondrán a disposición de los referentes judiciales los elementos necesarios para la investigación que se ha emprendido a raíz de las denuncias presentadas, y nos unimos a la oración y la preocupación manifestada por el Obispo [de Paraná, Mons. Juan Alberto Puiggari], y a toda la Iglesia para que salga a la luz la Verdad que nos hace libres para amar”.

Texto de la carta

Quiénes somos y qué hacemos las carmelitas descalzas
Queridos hermanos, con ocasión de las noticias de nuestras hermanas de Nogoyá, me pidieron que comparta algo sobre quiénes somos y cómo vivimos las carmelitas descalzas.

Desde la promulgación de la “Constitución apostólica sobre la vida contemplativa femenina” del Papa Francisco, la Iglesia no nos llama ya “monjas de clausura” sino “monjas contemplativas”. Este cambio de lenguaje es algo muy lindo, porque el Papa no nos identifica con los muros del edificio sino con las hermanas que allí vivimos y la misión que se nos confía.

Somos comunidades contemplativas:

- Vivimos del encuentro con Jesús. Por eso dedicamos mucho tiempo a la oración, al trabajo silencioso y al servicio fraterno dentro del monasterio.

- En comunidad con las hermanas, con quienes nos apoyamos, nos alentamos, buscamos juntas lo que Dios quiere de nosotras.

- Con una misión peculiar: estar profundamente unidas a todos ustedes, no sólo rezando por todos, sino viviendo en nuestra carne los gozos y esperanzas, las fatigas y fracasos del mundo de hoy. Somos testigos de que somos amados incondicionalmente por Dios y de que esto nos compromete.

“Sólo el amor es el que da valor a todas las cosas” (Santa Teresa)

“Entendamos, hijas mías, que la perfección verdadera es amor de Dios y del prójimo, y mientras con más perfección guardáremos estos dos mandamientos, seremos más perfectas. Toda nuestra Regla y Constituciones no sirven de otra cosa sino de medios para guardar esto con más perfección.”

Como saben los que aman de veras, no hay amor que no conlleve renuncia, salida de sí, don de sí mismo. Jesús, el "Capitán del amor" como lo llamaba Teresa, es la referencia por excelencia de la primacía del amor y sus consecuencias.

Para Teresa la vida de las hermanas se construye desde estos tres ejes fundamentales:

- el amor, como ley primera de toda la vida y opciones;

- la verdad como camino;

- la libertad como dignidad de hijos.

La verdad las hará libres para amar. Aquí concentra su propuesta a las monjas que pretendemos vivir para Dios y para los hermanos, “dándonos del todo al Todo”. Lo propone sin rigorismos, pero con radicalidad y atendiendo a los procesos de cada una. Desde estos cauces nos parece que hay que discernir la ascética teresiana.

El Evangelio nos pone frente a opciones que no se improvisan. Buscar la paz y la justicia no se improvisa. Llegar a ser misericordiosos no se improvisa. Sabemos por experiencia cuánto nos cuesta. Y la ascesis es eso: entrenar el corazón para que pueda responder amando. Por eso es imprescindible.

Sin duda los aspectos prácticos fueron también tratados por Teresa con sus hermanas. Son “aterrizajes” en su tiempo y su lugar que nos invitan a “aterrizar” en nuestros respectivos tiempos y lugares. Es lo que nos ayudó a hacer el Concilio Vaticano II. Formas y costumbres que respondían a la sensibilidad del siglo XVI, no dicen nada o son incomprensibles a la sensibilidad del tiempo en que vivimos. Algunas prácticas penitenciales hoy nos resultan chocantes. Pero nunca fueron instrumentos de tortura, ni fueron vividas así por quienes las usaron. Las más sabias tradiciones espirituales las consideraron con recelo por el peligro de soberbia que entrañaban y por ello estuvieron siempre sujetas al discernimiento de la obediencia. Hace años que fueron cayendo en desuso en la mayoría de las formas de vida consagrada. En el “aterrizaje” de hoy, el Papa nos pide que busquemos los medios que nos ayuden a una vida más profética y creíble.

Las carmelitas descalzas, como hijas de Teresa, sabemos que “la verdad padece mas no perece”. Acompañamos a nuestras hermanas y estamos ciertas de que pondrán a disposición de los referentes judiciales los elementos necesarios para la investigación que se ha emprendido a raíz de las denuncias presentadas.

Nos unimos a la oración y la preocupación manifestada por el Obispo, y a toda la Iglesia para que salga a la luz la Verdad que nos hace libres para amar.

En el amor del que nos amó primero, Hna. María Mónica de Jesús OCD, Asociación Carmelitas Descalzas Nuestra Señora de Luján.+

sábado, septiembre 10, 2016

Raras fotografias historicas


Así combatió Cervantes en la batalla de Lepanto, según Ferrer-Dalmau

El pintor de batallas da vida al autor del Quijote como soldado bisoño en medio de la batalla, antes de recibir sus más graves heridas
Primer plano del cuadro de Ferrer- Dalmau
Primer plano del cuadro de Ferrer- Dalmau
En el cuarto centenario de Miguel de Cervantes Saavedra, sin duda, una de las figuras más conocidas y de mayor fama de las letras de nuestro Siglo de Oro, se han llevado a cabo exposiciones, ha habido publicaciones como la biografía de José Manuel Lucía y se han programado actividades muy variadas. Faltaba una imagen nueva. Pero ya está terminada. Se la debemos al pintor de batallas Augusto Ferrer-Dalmau.
El cuadro de Ferrer-Dalmau., completo
El cuadro de Ferrer-Dalmau., completo
Como bien es bien sabido, él siempre tuvo muy a gala participar en la jornada de Lepanto, según él, «la más alta ocasión que vieron los siglos». El lienzo representa al joven Cervantes aquel día, el 7 de octubre de 1571, en el combate que tuvo lugar a bordo de la galera Marquesa y que le convirtió en el «manco de Lepanto».
Fue en el golfo de Corinto, y el soldado bisoño Miguel de Cervantes estaba febril en la enfermería de la galera Marquesa, perteneciente a la escuadra de don Álvaro de Bazán. Como recuerda David Nievas Muñoz, asesor histórico del pintor, «ante el rumor de que habría combate Cervantes pidió, como otros tantos soldados aquel día, licencia para pelear. Y como creía no poderla obtener, trepó al esquife, una barcaza que cuando se usaba se mantenía sobre la cubierta». En ella se situaban los arcabuceros, para poder disparar al enemigo desde una posición más elevada, asistidos por soldados bisoños. Y por tanto también era el blanco del fuego enemigo, deseoso de acabar con ellos. Eran carne de cañón. Cervantes dice que «luchó junto a ellos», pero no queda claro que él llegara a disparar con un arma de fuego, entre otras cosas porque un soldado bisoño no tenía un arcabuz ni podía usarlo.
El pintor ha tenido que reconstruir con ayuda David Nievas y de un modo casi forense, la participación de éste marino en la batalla. Así, «Cervantes se nos presenta casi sin armadura, con el jubón abierto debido a que venía directo de la enfermería, la tez lívida debido a las calenturas. Es posible que el papel de Cervantes en el esquife fuera el de ayudar a los arcabuceros a recargar, o que estuviera tirando de allí “piñas de fuego” (unos tarros de cerámica llenos de material combustible que se tiraban al enemigo con una mecha o trapo encendido a modo de coctel molotov)», añade el historiador.
Según David Nievas, «Cervantes viste a la moda de un soldado de la época, con colores alegres, acuchillados y unos gregüescos altos como los que lleva su capitán general, don Juan de Austria, en el conocido cuadro tras la victoria en el que se representa con un león sentado a sus pies. Lleva un cuerno de pólvora al cinto, dejando la duda sobre si ha disparado o no con un arcabuz, o simplemente los ha estado recargando».
No es el Cervantes que todos tenemos en mente, el de «frente lisa y desembarazada», ya maduro. «La alopecia es menos acusada, y de cabellos claros como asi se describe, y su nariz aguileña,menos pronunciada por su juventud», añade Nievas. En el cuadro se resiente, «firme y en pie tras su primera herida de los dos tiros de arcabuz que recivio en el pecho y uno en la mano izquierda de la que quedaría inútil».
Dijo que terminó el combate «con la espada en la mano». La empuña cerrando los dedos sobre el recazo, dando fe de su pasión por la práctica del «juego de la esgrima», que le llevaría años más tarde a alabar al famoso maestro Carranza en varias de sus obras, como Rinconete y Cortadillo o el propio Quijote.
«El cuadro representa en el suelo, amigos y enemigos que no han vivido para ver la victoria de la Santa Liga. El esquife, destrozado su calce durante el combate, yace también tras él, y una galera en llamas, suponemos que turca, quizá debido a su buen hacer al arrojar aquellos ingenios incendiarios», concluye Nievas, licenciado en Historia por la Universidad de Granada. Nótese, incluso, el tajo de espada que tiene la barandilla en primer término. Fuego y acero que dieron la victoria a Rey Felipe II.

CON TIROS NO ALCANZA --- Hugo Esteva


 
            Unos veinte años atrás pregunté a un colega colombiano, hoy Decano de una importante Facultad de Medicina en Bogotá, qué eran las FARC. No dudó un instante en contestar: “Son un gran negocio”. Y enseguida me explicó que, más allá de toda ideología, la guerrilla colombiana se había transformado en una enorme empresa de secuestros y tráfico de drogas.
            El tiempo no ha hecho sino darle la razón. Pero, peor, si en aquel momento el gobierno de Uribe había empezado a acorralar a los terroristas, hoy Santos –su prójimo/traidor- pacta con ellos sin reproches ni sanciones. El “negocio” va a continuar creciendo.
Otro tanto ocurre con el SIDA, cuyas cifras siempre en aumento vienen dejándose en pudoroso segundo plano de la información desde hace tiempo. Occidente, sitio de origen de la generalización de la enfermedad a través del inquieto tránsito aéreo de sus homosexuales, sigue acrecentándola. Para los interesados en números, hay 36 millones de infectados en el mundo (algo menos de un país como el nuestro), con 4% de aumento anual. En Brasil había 734.000 infectados, con 44.000 nuevos casos y 16.000 muertes en 2014; y hubo un aumento de 40 mil a 45 mil casos por año entre 2010 y 2015 (UNAIDS Brasil y Bom dia Brasil Globo.com).  Entre nosotros hay 120.000 infectados, con 6.500 casos nuevos y 1.400 muertos en 2015; la cifra de nuevos casos se triplicó en la última década; sí, la década ganada (La Nación, 20/VII/16). Todo esto a pesar de cierto control de la enfermedad gracias a los fármacos retrovirales entregados con generosidad por los gobiernos y a pesar de la propaganda a favor de los preservativos, ya que el grupo en que la endemia crece más sigue siendo el de los “hombres que tienen relaciones con hombres”, como los califican los políticamente correctos (fuentes citadas).
El asunto es grave y hasta la ONU confiesa que no va a llegar a la meta -siempre la utopía- de erradicar el SIDA en 2030, y teme retroceder. Todo a pesar de las campañas como la de nuestro Ministerio de Salud kirchnerista, o como la del Comité Olímpico, que no han hecho sino fomentar la promiscuidad.
 
……………………………………………………………………
 
No tengo dudas sobre la buena fe que mueve al actual Gobierno al plantear la lucha contra el narcotráfico. Fomentarlas sería adscribirse a la rastrera mentalidad de los kirchneristas que no sólo usan la droga sino que muy probablemente la negocian. Seguramente habrá que afirmar fronteras y meter presos traficantes. Pero no va a ser suficiente.
El problema de la droga, como el del SIDA, es cultural. Y la cultura de la adicción y de la promiscuidad calan ya hondo en nuestra sociedad. Que lo digan, si no, los padres que tienen que ir a “hacer guardia” a la entrada de las fiestas de sus hijos quinceañeros (“chicos de buenos colegios”, por lo general) para evitar la entrada subrepticia de alcohol.
Los señores periodistas se escandalizan cuando un obispo lúcido condena por experiencia la sexualidad sin sentido. Son los mismos que aplauden la invasión a un convento de monjas libres y adultas que se sacrifican por amor a Dios y al prójimo (cosa que no pueden concebir). Y frente a esos periodistas -sean del signo político que sean, pero todos coincidentes en su concepción desaforada de la vida- el Gobierno tiene miedo porque carece de argumentos para sostener la idea de una sociedad mejor.
Es lo más grave que nos puede pasar, porque esa ignorancia (no han leído casi nada) va a terminar con todas las mejores intenciones.
Los tiros pueden hacer falta en algún concreto momento y frente a un enemigo refractario. Pero no van a alcanzar. Esta lucha, como tantas otras, sólo se gana en el fondo de los espíritus.

Huellas de la Guerra Civil en Toledo

HUELLAS DE LA GUERRA CIVIL DE TOLEDO

martes, septiembre 06, 2016

SANTA TERESA DE ÁVILA EN LAS 50 SOMBRAS DE GREY





Llevo casi cincuenta años de abogado y, por lo tanto, creía estar ya alambrado respecto de las demasías y sinsentidos adonde nos puede llevar la ignorancia forense -una ignorancia que casi siempre se ignora a sí misma, peligrosamente, y suele rodearse de una emulsión de jerga más o menos técnica, que sirve  para que el profano no llegue de inmediato a la convicción de que se encuentra ante el discurso de un cretino fosforescente. Me ha señalado mi error un fiscal de Nogoyá, Federico Uriburu, que ha despachado una imputación contra la priora de un convento de carmelitas de Nogoyá, por privación ilegal de la libertad, torturas y -eventualmente- reducción a servidumbre. Todo comenzó cuando, tiempo atrás, una ex novicia que abandonara el mismo convento relatara a un periodista de un medio de la localidad que durante su postulantado y noviciado había sido inducida a aplicarse cilicios y golpes de fusta, a modo de tortura, a ayunos y a reglas de silencio y a una presión moral para no abandonar la comunidad. Indicó, además, que buena parte de la comunidad estaba formada por hermanas ingresadas a los dieciséis años, obligadas a permanecer en un estado mental de casi retraso.   No hubo una denuncia penal, y el periodista consumió dos años en lo que llama una "investigación", donde se contactó con otra ex novicia que había permanecido poco tiempo en el convento. Sacudida la modorra entrerriana con este regalito, el fiscal decidió salir en son de guerra de su covachuela y lleno de santo horror procedió a allanar de madrugada el convento con una considerable fuerza policial. Las monjitas le entregaron de entrada los elementos que utilizaban para sus disciplinas, pero el prosecutor no se sació, exigiendo interrogar in situ a la priora, la que le pidió unos momentos para comunicarse con el obispo. Nuestro perro de presa, demostrando que con el ministerio público no se juega, hizo reventar a patadas la puerta del despacho monjil. Luego se revisaron puntualmente todas las celdas y se procedió a un examen médico de las hermanitas, no facilitado por ellas ni, especialmente, por la priora, según el mastín fiscal alcanzó a  gargarizar. Otra queja se le escapó: en efecto, revisó cuidadosamente la biblioteca, encontrando en ella libros de teología y devoción pero, según le escuché, no se topó con ningún manual de tortura. ¡Vaya uno a saber, Uriburito, en qué oculta madriguera estas reverendas guardan escondido el Malleus maleficarum!   
A partir de ahí se desencadenó lo que los italianos llaman, precisa y concisamente, un "putiferio". Todo noticiario de la tele debatió el problema de las torturas "medievales"  en la más oscura "noche de ignorancia".  La monja de Monza y las endemoniadas de Loudun parecieron criaturas de pecho al lado de las hermanitas de Nogoyá y sus espectáculos sado-masoquistas. Apareció en pantalla el párroco, no por cierto un Urbano Grandier -para seguir con Loudun- sino casi, casi, un bienaventurado pobre tipo. El obispo se manejó prudentemente, pero la jauría ya estaba desatada, mostrando sus colmillos babeantes.  Algún jurisclasta emitió un dictamen condenatorio antes de cualquier juicio, como es del gusto abolicionista, y sólo quedó esperar que otro manchón de sangre cubriera la pantalla del televisor para hacer caer en el olvido la versión nogoyense de las 50 sombras de Grey al alcance del cotorreo cotidiano que aparecía en las noticias.
No diré mucho del caso, un curioso delito sin víctimas, ya que las que están en el monasterio dicen amar ese modo de vida y las que hablaron con el periodista están y estaban libres. La regla carmelitana debida a santa Teresa de Ávila es del siglo XVI, no del Medioevo, y se funda en un trípode: oración, mortificación y humildad.   Hay que leer "Camino de Perfección" o "Las Fundaciones" para advertir qué senda marcó la iniciadora, por donde discurren sus continuadoras en la orden. Las mortificaciones son del espíritu y del cuerpo. Se comienza por las primeras, ya que de otro modo, dice la santa doctora, toda penitencia corporal resulta estéril y baldía. Justamente, Teresa advirtió contra todo exceso penitencial: "el demonio -dice en el "Camino"- tienta aquí de indiscretas penitencias para quitar la salud y no le va poco en ello". La ascesis, después de todo, significa literalmente ejercitación, como la del atleta. Y cada uno, deportista o monje, tiene su olimpíada.
Puede ser que todo esto no vaya con el tiempo, que cueste entenderlo y hasta que humanamente no se acepte.  Pero alguien que dragonea de oficiante del ministerio público debe conocer, al menos, el artículo 19 de la constitución nacional:
"Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe
"Exentas de la autoridad de los magistrados".  Las acciones privadas de hombres y mujeres que siguen sus inclinaciones y sus metas sin dañar ni ofender a nadie, están fuera de la autoridad de los magistrados. Ese territorio -dice muy bien Ariel Barbero-  está vedado a la imaginación de los mandamases, sean diputados, senadores, presidentes, líderes, conductores de pueblos, salvadores de la patria, e incluso (sí también ellos) jueces y fiscales. En ese territorio no pueden aplicar sus intuiciones acerca de lo que es mejor para la humanidad, no pueden imponer esa ingeniosa idea que acaban de leer en una revista jurídica, no pueden experimentar con el alma humana. Allí acaban sus inmensos poderes.  Hay una zona que les está vedada. Está cerrada hasta para sus buenas intencionesCon este criterio -caso "Arriola"- cualquiera, hasta un fiscal, llegado el caso, puede fumarse un porro o pegarse un nariguetazo, y conservar una reservita para el día de mañana, sin que nadie lo moleste. Con el mismo criterio, la mortificación por el ayuno, el silencio, el cilicio, voluntariamente aceptados para que la oración por todos nosotros se eleve desde las discípulas de Teresa y de San Juan de la Cruz (para las profesas, sus contemporáneos), en organizaciones monásticas donde es libre tanto la entrada como la salida, no debe ser molestada, interferida ni, menos aún, manoseada. Hasta por los cretinos fosforescentes, estoy seguro, hay una oración que se eleva diariamente en los Carmelos.





In memoriam María Luisa del Santísimo Sacramento, que profesó a los cincuenta años y vivió un cuarto de siglo en la clausura, orando por todos, incluido quien esto escribe 
 
 
El TV movie "Teresa", producido por TVE en 2015, en el que una joven de hoy encuentra su camino a partir de la lectura de "El Libro de la Vida" es una excelente y muy actual forma de presentar esa contemporaneidad que para una carmelita representa Teresa de Ávila

¡¡SALE A LUZ PUBLICA!! Les PAGARON 300 pesos para ir a la “MARCHA FEDERAL”.

¡NO LO PODRÁS CREER!.– El cachet para asistir a la denominada marcha federal fue de 300 pesos.“Estando el Kirchnerismo en el poder pagaban 500 y no nos queda otra que seguir viniendo” asegurò una militante indignada.

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La caravana contra el gobierno de Mauricio Macri  partiò desde la ciudad de Rosario a la que se les sumaron una cantidad de micros, por supuesto todos pagos.
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¡INDIGNANTE, QUE VERGUENZA!

FOTOGRAFO ALEMAN


Fuerte denuncia de Carrió por la Aduana

Defendió a Gomez Centurión y acusó a los servicios
Viernes 02 de septiembre de 2016
Juan José Gomez Centurión tiene quien lo defienda. La diputada Elisa Carrió, alida del Gobierno, presentó -a traves de una abogada- un escrito en los tribunales, en el que señala que las denuncias contra el suspendidio titular de la Aduana son una venganza por sus denuncias en las que había involucrado a ex agentes de inteligencia, como Antonio Stiuso, y mencionó de soslayo al presidente de Boca, Daniel Angelici, y a Hugo Moyano.
Carrió hizo blanco en sus enemigos de siempre, esta vez para sostener que no hay evidencias contra Gomez Centurión, de quien dijo que es víctima de una "operación de inteligencia" de "mafias enquistadas" en ese organismo y relacionadas con "contrabando, tráfico de efedrina, financiación ilegal de la política y negociados vinculados con el mundo del fútbol".
Fuerte denuncia de Carrió por la Aduana
Fuerte denuncia de Carrió por la Aduana. Foto: Archivo
El escrito firmado por Carrió fue presentado en los tribunales por la legisladora Paula Olivetto, ante los fiscales Guillermo Marijuan, quien investiga a Gómez Centurión por una denuncia de Patricia Bullrich, y Franco Piccardi, quien impulsó una denuncia también contra Gómez Centurión, presentada el mismo día que la otra, por el abogado Maxiliano Rusconi, que defiende a aduaneros investigados por delitos.
La legisladora de Cambiemos dijo que la terminal de cargas donde tiene intereses un ex jugador de Boca es investigada por contrabando y que este jugados apoya la línea de Angelici en el club.
Un ex empleado de Ricardo Echegaray, ligado a un depósitio fiscal, es socio de un empresario que, a su vez, es socio de Moyano, dice Carrió. Destacó que Ibar Pérez Corradi declaró ante la Justicia que en depósitos fiscales se ocultan contenedores usados para tarficar efedrina. Nada de eso se encontró.

Establecer roles

Carrió pidió al fiscal Marijuan establecer "el rol en la Aduana del grupo liderado por Carlos Odemar Barreiro Laborda y sus relaciones por dentro y por fuera" del organismo. Para Gómez Centurión, este empresario era un informante que le daba datos sobre el submundo aduanero, que el ex militar carapintada desconocía.
"Es Gómez Centurión el que debe explicar su relación con Barreiro Laborda.No obstante, estamos en presencia de una burda operación de inteligencia, que excede la responsabilidad administrativa de un funcionario con la única finalidad de volver a instalar en la Aduana esa matriz mafiosa, en la que participaban en connivencia empresarios, funcionarios, contrabandistas, miembros de las fuerzas de seguridad y servicios de inteligencia", agregó.
Dijo que el ex funcionario buscaba "denunciar a estas mafias".

La AFIP ratificó una presentación

El titular de la AFIP Alberto Abad, informó que se ratificó la denuncia por irregularidades en importaciones que había realizado Juan José Gómez Centurión. La investigación, que incluye inconsistencias en importaciones por valor de 14.000 millones de dólares, fue realizada 48 horas antes del desplazamiento de Gómez Centurión. Hay 55 casos denunciados.

Venezuela: una histórica y masiva marcha opositora desafió a Maduro

“Toma de Caracas”
Más de un millón de personas coparon la capital venezolana. Convocadas por la Mesa de Unidad Democrática exigieron el referéndum revocatorio del mandato del presidente.


La avenida principal de Caracas, repleta de manifestantes que reclaman un cambio en Venezuela. (AFP)
La avenida principal de Caracas, repleta de manifestantes que reclaman un cambio en Venezuela. (AFP)
La gran marcha de Caracas convocada por la oposición para exigir la fecha del referéndum revocatorio del presidente Nicolás Maduro fue histórica y multitudinaria y marcó un fuerte contraste con la movilización convocada por el chavismo.
Si la idea fue medir fuerzas, la alianza opositora logró con creces superar el volumen de manifestantes, de una proporción de 100 a 1, que presentó la movilización del chavismo. Las avenidas Francisco de Miranda, Río de Janeiro y Libertador llenaron sus 18,7 kilómetros de manifestantes. Eran tres ríos de gente vestida de blanco. Más de un millón de personas, según la encuestadora Datincorp. “Acudió más de un millón”, aseguró el gobernador de Miranda y líder opositor, Henrique Capriles.
Todo fue tranquilo y sin disturbios, apenas con unos incidentes menores. Agentes de la Policía y la Guardia Nacional lanzaron gases lacrimógenos contra un grupo de manifestantes que les tiraron piedras. “¡Atentos! Denunciamos la presencia de infiltrados (...) pidiendo la toma de la autopista en Las Mercedes”, denunció la alianza MUD en Twitter, que había celebrado que la marcha transcurriera de forma pacífica.
Una vista de la marcha opositora. (AFP)
Una vista de la marcha opositora. (AFP)
Rosana González, una anciana de 84 años, veía desfilar a los manifestantes. A su lado mecía un cochecito con su última nieta, en la acera de la Torre Cristal de la avenida Francisco de Miranda. Con su bastón al aire les recordaba a los jóvenes que se portaran bien y que regresaran a sus casas al terminar la manifestación, satisfecha de que todo transcurriera en santa paz.
Mientras en el otro lado de céntrica Bolívar, la tradicional avenida que utilizaba el fallecido ex presidente Hugo Chávez para sus mitines, Maduro se tuvo que conformar con una desnutrida manifestación de camisas rojas, según las imágenes de planos cerrados y cortos. Dijo que a él no lo revoca nadie y se mantendrá en el poder por muchos años más. En la céntrica Plaza Venezuela ordenó acantonar las tropas y tanquetas para que le sirvieran de protección Maduro estimó que la oposición reunió entre 25.000 y 30.000 personas, a las que envió un saludo “revolucionario, bolivariano y chavista”.
Mirá también: Qué está pasando en Venezuela
A las 14 horas, la hora final de la gigantesca concentración opositora en la Libertador, frente al liceo Gustavo Herrera, la plana mayor de la Mesa de la Unidad Democrática leyó el manifiesto de “La toma de Caracas” en el que anunciaron los pasos inmediatos de su agenda política. “Hoy 1-S a las 8 de la noche cerramos con un cacerolazo nacional que celebrará el éxito de la Toma de Caracas y marcará el inicio de esta nueva y definitiva etapa de lucha. El próximo miércoles 7 de septiembre iremos a las oficinas del Consejo Nacional Electoral en todo el país a ratificar nuestras exigencias sobre las condiciones y la fecha para la consulta nacional del 20%”, explicó Jesús “Chúo” Torrealba, vocero de la coalición opositora.
La policía se enfrentó con un pequeño grupo de encapuchados. Los organizadores de la marcha dijeron que eran infiltrados. (EFE)
La policía se enfrentó con un pequeño grupo de encapuchados. Los organizadores de la marcha dijeron que eran infiltrados. (EFE)
La MUD reclama al Consejo Nacional Electoral –al que acusa de chavista– que fije la fecha de recolección de cuatro millones de firmas necesarias para convocar el referendo, pues considera que sólo cambiando al gobierno y su modelo socialista se acabará la crisis. Ocho de cada 10 venezolanos quieren un cambio de gobierno, según la firma Datanálisis. Golpeada por la caída de los precios del petróleo, Venezuela sufre una escasez de alimentos y medicinas del 80% y una inflación que el FMI proyecta en 720% para este año.
Pese al descontento popular, la oposición no había convocado multitudes desde 2014, según analistas en parte por el miedo a la violencia de aquellas marchas que exigían la salida de Maduro y dejaron 43 muertos. Pero esta vez, la MUD se tomó casi tres semanas para organizar la manifestación, con seguidores de todo el país, aunque por el momento no estiman la concurrencia.