domingo, julio 28, 2013

El Papa abraza a los jóvenes del mundo entero en la fiesta de acogida en Copacabana

 

El Papa abraza a los jóvenes del mundo entero en la fiesta de acogida en Copacabana

Día 26/07/2013 - 12.34h

Les invita a no caer en la embriaguez de «la posesión, el dinero y el poder»

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El papa Francisco saluda a su llegada a la playa de Copacabana
Además de futbolística, Brasil es una superpotencia musical, y la fiesta de bienvenida de la Jornada Mundial de la Juventud fue cuidadosamente preparada para estar a la altura. La llegada del Papa en helicóptero al Fuerte de Copacabana, en el extremo norte de la playa, fue el disparo de salida de un espectáculo de música y teatro en el que 150 jóvenes artistas presentaron la vida cotidiana de la «Ciudad Maravillosa», como les encanta llamar a Río. Desde aquí puedes acceder a las mejores fotografías de los peregrinos.
El cielo grisáceo, la llovizna y el frío -absolutamente fuera de lo normal- no pudieron apagar el entusiasmo de cientos de miles de jóvenes en pie a lo largo del paseo marítimo y la famosa playa con forma de media luna, protegida anoche por nada menos que cinco patrulleras y fragatas de la Marina brasileña, curiosas por asomarse a la fiesta.
Casi nadie sabe que el nombre proviene de una modesta capilla de la Virgen de Copacabana, muy venerada en Sudamérica, especialmente en su santuario de Bolivia. Lo recordó el arzobispo de Río de Janeiro, Orani Tempesta, en sus breves palabras de saludo.
La bienvenida al Papa corrió a cargo de cinco jóvenes de los cinco continentes, en medio del delirio general y del flamear de banderas de 180 países. El escenario era impresionante, con una gigantesca pantalla que permitía ver muy bien la expresión de los rostros en los primeros planos. A lo largo de buena parte de los cuatro kilómetros de playa, muchas pantallas distribuidas regularmente permitían que todo el mundo disfrutase como si estuviese al lado del palco.

Recuerdo a Juan Pablo II

El discurso del Papa estaba pensado para impactar a cada uno desde la primera frase: «Veo en vosotros la belleza del rostro joven de Cristo, ¡y mi corazón se llena de alegría!». Esta JMJ es la segunda que se celebra en América Latina. La primera fue en Buenos Aires en 1987, y el Papa les recordó unas palabras de Juan Pablo II en aquella ocasión: «¡Tengo mucha esperanza en vosotros!».
Como tantas veces, el Papa citó a su predecesor, Benedicto XVI, quien convocó este encuentro hace dos años en el aeródromo de Cuatro Vientos, precisamente al concluir la inolvidable JMJ de Madrid: «¡Se lo agradecemos de todo corazón!», pues nos permite «estar hoy aquí juntos, unidos para compartir la fe y la alegría del encuentro con Cristo, de ser sus discípulos».
El Papa Francisco es muy directo, y fue enseguida al grano: «Viendo este mar, esta playa y a todos vosotros, me viene a la mente el momento en que Jesús llamó a sus primeros discípulos a orillas del lago de Tiberíades. Hoy Jesús nos sigue preguntando: ¿Quieres ser mi discípulo? ¿Quieres ser mi amigo? ¿Quieres ser testigo del Evangelio?».
El Santo Padre saludó a los jóvenes del mundo entero, «en particular a aquellos que no han podido venir a Río de Janeiro, pero que nos siguen por medio de la radio, la televisión e Internet. A todos digo: ¡Bienvenidos a esta gran fiesta de la fe!». Sin pretenderlo, Francisco es un personaje «superstar», y la fiesta de anoche fue retransmitida en directo en muchos países de América Latina, con una audiencia de cientos de millones en la pequeña pantalla, y muchos más a través de Internet.
Su sonrisa y sus palabras desbordaban cariño: «Tened la certeza de que mi corazón de Pastor os abraza a todos con afecto universal. ¡El Cristo Redentor, desde la cima del Corcovado, os acoge en esta bellísima ciudad de Río!». El programa, al margen de la música y de la coreografía sobre la vida carioca, era una liturgia de la palabra, que incluyó la lectura de un pasaje del Evangelio de San Lucas: el poderoso relato de la transfiguración de Jesús.
En su discurso final, el Papa invitó a los jóvenes a no dejarse cegar por los ídolos: «El poseer, el dinero y el poder pueden ofrecer un momento de embriaguez, la ilusión de ser felices. Pero al final nos dominan y nos llevan a querer siempre más y a estar insatisfechos». Les propuso ir contracorriente en una «revolución copernicana, que nos quita del centro a nosotros y pone en él a Dios».

El Pontífice marca distancias con una Teología de la Liberación en declive

 

El Pontífice marca distancias con una Teología de la Liberación en declive

Día 25/07/2013 - 15.15h

La campaña mediática para presentar en Brasil a «un Pontífice de izquierdas» pincha en hueso

Por trayectoria personal y por doctrina, el Papa Francisco está muy lejos de ser el «revolucionario» que dibujan estos días algunos medios de prensa conocidos por sus ataques habituales a la Iglesia. Aún así, el viaje pastoral del Pontífice a Brasil, uno de los países donde en su día obtuvo más éxito la llamada Teología de la Liberación (TL), ha disparado las especulaciones interesadas en torno a una posible declaración del Papa favorable a esa ideología. La doctrina «liberacionista» ha sido condenada en diversas ocasiones por la Santa Sede por el cruce herético que hace entre las Sagradas Escrituras y los postulados marxistas de lucha de clases.
Las divagaciones de ciertos medios y agencias de prensa internacionales hablan incluso de un encuentro mediático del Santo Padre con uno de los grandes popes de la TL, el exsacerdote brasileño Leonardo Boff, dirigido supuestamente a marcar un nuevo «clima de reconciliación».
El propio Boff ha declarado en Brasil que no quiere forzar la entrevista para no crear una situación embarazosa al Papa; aunque afirma que Francisco está dispuesto «a recibirle en Roma» (por supuesto, cuando reforme la Curia).
Desde la elección del nuevo Pontífice, Leornardo Boff —de 75 años y condenado al silencio por Juan Pablo II— no ha parado de hacer declaraciones sobre el programa del nuevo Papa, que augura en su opinión cambios «revolucionarios en la Iglesia». El representante brasileño de la TL difundió, tras la elección del Papa, la anécdota de que «el cardenal Bergoglio apoyó que una pareja gay adoptara a un niño», cuando son de sobra conocidas las batallas que libró el arzobispo de Buenos Aires contra las leyes a favor del aborto y del matrimonio homosexual.
Tanto Leonardo Boff como el peruano Gustavo Gutiérrez (85 años, creador del término «teología de la liberación») han subrayado en sus declaraciones a la prensa su convicción de que el Papa Francisco es casi «uno de los nuestros», por su sensibilidad y preocupación por los pobres. La TL difunde desde los años setenta la idea de que la preocupación cristiana por los más necesitados de América Latina nació con ellos, y no en el seno de la Iglesia hace más de 2.000 años.
El Papa Francisco conoce bien la Teología de la Liberación. La vio nacer en sus primeros años como sacerdote en Argentina, y también la vio crecer entre algunos de sus compañeros jesuitas. Siempre dejó clara su oposición a las categorías marxistas del «liberacionismo», a costa de sufrir durante muchos años el aislamiento.

Corrientes «sumidas en el desconcierto»

Ya en el 2005, el cardenal Bergoglio dejó claro su pensamiento respecto a la Teología de la Liberación. Al referirse a esa corriente en la presentación de un libro, escribió que «con el derrumbe del imperio totalitario del ‘socialismo real’, esas corrientes quedaron sumidas en el desconcierto, incapaces de un replanteamiento radical y de una nueva creatividad. Sobrevivientes por inercias, aunque haya todavía hoy quienes las propongan anacrónicamente».
El anacronismo es casi una descripción física de lo que queda de «liberacionismo» desde su irrupción estelar en los años setenta en Iberoamérica. Sus representantes vivos son pocos y no han creado escuela. Además, desde la segunda parte del pontificado de Benedicto XVI están inactivos en la vida pública.
La Teología de la Liberación conoció su momento de gloria con la llegada de los sandinistas al poder en Nicaragua, que en los años 80 se convirtió en el primer laboratorio donde se experimentó en vivo con las teorías de los máximos exponentes de la TL: Gustavo Gutiérrez, Ignacio Ellacuría (asesinado por los militares en El Salvador), Jon Sobrino y Leonardo Boff. Cuando Juan Pablo II visitó Managua en 1983, en uno de los viajes más difíciles de su pontificado, había dos sacerdotes «liberacionistas» en el gobierno marxista de ese país: Miguel D’Escoto, ministro de Exteriores, y Ernesto Cardenal, ministro de Cultura. Otro sacerdote, Fernando Cardenal, jesuita y hermano del anterior, dirigía el programa sandinista de alfabetización.

Las herejías de la TL

La imagen de Juan Pablo II amonestando en el propio aeropuerto de Managua a Ernesto Cardenal, y pidiéndole que «regularizara su situación en la Iglesia» (los clérigos no pueden ostentar cargos políticos) dio la vuelta al mundo. Varios documentos magisteriales de Juan Pablo II y del entonces cardenal Ratzinger pusieron de relieve la lista de herejías contenidas en los escritos de la Teología de la Liberación, pero la posición inequívoca de la Iglesia no dejó ninguna duda desde el episodio de Managua.
Gustavo Gutiérrez, el creador de la corriente, sigue siendo el representante más discreto. Leonardo Boff, en cambio. es el más inquieto. Exsacerdote, exdominico, hoy casado, Boff se ha convertido en adalid de una religión ecologista aderezada de ritos cristianos y afroamericanos.

miércoles, julio 24, 2013

Tranvía chino


Mirá el video de la respuesta de Canaletti a Víctor Hugo

 

 Mirá el video de la respuesta de Canaletti a Víctor Hugo


23/07/13 - 15:50
Los cruces entre el periodista Ricardo Canaletti y el relator Víctor Hugo Morales continuaron anoche en el único de los formatos que faltaba: la televisión.
Después las durísimas críticas de Morales en su programa de radio por el abordaje del caso Ángeles y de la respuesta de Canaletti por intermedio de una carta escrita, el especialista en policiales de TN y Canal 13, tomó algunos minutos de su aire en Telenoche para volver a replicar al conductor de radio Continental.
Ahora solo resta ver si la polémica continúa y Morales recoge la respuesta para seguir con los cruces. ¿Lo hará?
Mirá el video de la respuesta.

Lanata les respondió a Verbitsky y a Carlotto

 
Lanata les respondió a Verbitsky y a Carlotto
En el editorial del programa contestó las críticas que había recibido por parte del periodista y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo por los informes sobre el jefe del Ejército César Milani.

22/07/13 - 10:46
"Voy a usar este espacio para responderle a Verbitsky y a Carlotto que hoy me atacan por lo de Milani". Las palabras fueron pronunciadas por Jorge Lanata durante el cierre de su programa Periodismo Para Todos (PPT). El periodista utilizó el espacio para responder a las críticas que la titular de Abuelas de Plaza de Mayo y el presidente del CELS y columnista del diario oficialista Página 12 habían vertido por un informe sobre el jefe del Ejército César Milani.
En primer lugar eligió contestarle a Verbitsky: "No tiene mucho sentido ponerme a discutir con un tipo que fue un subordinado de Firmenich. Estoy cansado de los tipos del '70 que dan clases de moral. Muchos de ellos eran capaces de matar a un tipo desarmado", graficó.
Por otro lado también se refirió a las expresiones de Estela de Carlotto. "Dijo en Radio Mitre que yo le hago mal a la Argentina, que doy información que le hace mal al país. Lamentablemente no. Milani aparece en el Nunca Más de La Rioja", afirmó.
Para demostrar su indignación y tristeza por las circunstancias actuales que golpean al país, el conductor de PPT relató un hecho que ocurrió en Italia el 12 de marzo de 2011 cuando Silvio Berlusconi fue al teatro y en señal de protesta el director de orquesta, Ricardo Muti, junto a actores y músicos entonó la opera Va, pensiero, de Giuseppe Verdi, para denunciar los recortes al presupuesto promovidos por el gobierno italiano.
"Cuando empezaron a cantar el Va, pensiero, la gente estaba emocionada. Alguien gritó 'Viva Italia' y el director de la orquesta le contestó que sentía vergüenza de lo que pasaba en su país. Y que accedía a hacer un bis e invitó al público a cantar 'porque esa noche si seguían así iban a matar la cultura en la que se construyó Italia'", recordó Lanata. Al tiempo que estableció una relación entre la Roma de 2011 y la Argentina de 2013: "Cuando veo lo de Milani, lo de Jaime, lo de Chevrón siento vergüenza de lo que pasa en mi país. En cualquier caso lo que estoy viendo a la gente pidiendo lo que corresponde, o sea defendiendo un país bello y perdido", concluyó.

Las obras de Sorolla que conquistaron América podrán verse en España - ABC.es

Las obras de Sorolla que conquistaron América podrán verse en España


La Fundación Mapfre traerá en 2014 la exposición «Sorolla y América», una muestra de la etapa americana del pintor nunca vista en España

Las obras de Sorolla que conquistaron América podrán verse en España
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La Fundación Mapfre presentó ayer la exposición «Sorolla y América» que acogerá las obras que Joaquín Sorolla pintó durante su actividad en Estados Unidos y que nunca antes habían sido vistas en España.
La muestra, organizada por el Museo Meadows (Dallas), el Museo de Arte de San Diego y la Fundación Mapfre, con la contribución de la Hispanic Society of América, y el apoyo de The Meadows Foundation, llegará a España en septiembre de 2014 después de recorrer parte de Estados Unidos.
En ella se reunirán por primera vez las obras de Sorolla procedentes de importantes instituciones americanas, entre las que destacan la Hispanic Society of America y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.
Sorolla ganó todos los premios y honores a los que un pintor de su época podía aspirar, por lo que en busca de nuevos retos atravesó el océano y realizó su primera exposición en Nueva York, en la Hispanic Society of America, bajo cuyo patrocinio fue presentando sus obras en diversas ciudades americanas como Boston, Chicago, Buffalo o San Louis.
El público americano quedó atrapado con la fuerza de sus pinturas y enamoró a los coleccionistas americanos con sus grandes escenas de playa, y con sus patios y jardines. Su popularidad como retratista también fue sobresaliente, llegando a retratar a las personalidades más influyentes de la sociedad americana, desde la familia Morgan hasta William Howard Taft, entonces presidente de los Estados Unidos.
A pesar de estar centrada en el recorrido americano de Sorolla, la muestra también cuenta con el apoyo de colecciones españolas, como el Museo Sorollao la Fundación Bancaja, ya que algunas de las importantes ventas realizadas por Sorolla en Estados Unidos volvieron años después a España gracias a la implicación de importantes coleccionistas españoles.

El palacio del rey David está en Saarim, donde Goliat sucumbió a su honda - ABC.es

 

El palacio del rey David está en Saarim, donde Goliat sucumbió a su honda

Investigadores judíos hallan en Jersualén restos de la posible fortificación donde David gobernó durante el siglo X a.C.

El palacio del rey David está en Saarim, donde Goliat sucumbió a su honda
Un grupo de arqueólogos israelíes cree haber descubierto las ruinas del palacio del rey David en la ciudad fortificada de Khirbet Qeiyafa, al oeste de Jerusalén.
En el perímetro del palacio, un gran complejo fortificado de 1.000 metros cuadrados, los investigadores hallaron varios espacios cerrados donde se han encontrado vestigios de una industria de metal, recipientes especiales de cerámica y fragmentos de vasos de alabastro que fueron importadas de Egipto. Los arqueólogos hallaron cientos de piezas, incluyendo objetos religiosos, sellos, vasijas y herramientas típicas de la época.
«Esto es una prueba inequívoca de la existencia de un reino que supo establecer centros administrativos en puntos estratégicos», anunciaron en un comunicado Yossi Garfinkel, de la Universidad Hebrea, y Saar Ganor, de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA).
Para Garfinkel, la ubicación del sitio en una colina indica que el gobernante buscaba un sitio seguro en un terreno elevado en una época violenta de conflictos frecuentes entre las ciudades-estado.
El equipo de Garfinkel encontró objetos de culto utilizados normalmente por los habitantes de Judea, los súbditos del rey David, y que no encontraron rastros de cerdo (los preceptos del judaísmo prohíben el consumo de cerdo). Indicios como éstos, dijeron, son «evidencias inequívocas» de que David y sus descendientes gobernaron en el sitio.

Duelo bíblico

Los arqueólogos identifican esta antigua ciudad con la bíblica Saaraim, mencionada en el libro de Josué y en el primer libro de Samuel, donde David gobernó la región durante el siglo X a.C. y donde derrotó al gigante Goliat, según el Antiguo Testamento.
La excavación en este asentamiento es una de las más importantes de los últimos siete años en esta zona, donde los arqueólogos también han descubierto un gran almacén que contiene ollas y otros objetos, lo que probaría la existencia de una autoridad en Judá.
Se cree que gran parte del palacio fue destruido 1.400 años después de su construcción, durante el período bizantino. Aunque no se ha encontrado ninguna prueba física definitiva de su existencia del rey David, se trata del primer palacio atribuido al siglo X antes de Cristo descubierto por los investigadores.

I3-2013 Confusión y más confusión

Buenos Aires, 16 de julio de 2013


Sr. Director:


Confusión, confusión y más confusión


La designación del nuevo jefe del Ejército ha sido un ingrediente más para alimentar la confusión permanente que caracteriza a la sociedad argentina. Confusión que en la ma­yoría de los casos parte desde el mismo poder y se expande al resto de la sociedad a través de los medios de comunicación que se hacen eco de la misma. En algunos casos porque esos medios de comunicación están en total sintonía con el relato que sale de las usinas del gobierno (tal el caso de 6,7,8), en otros, supuestamente opositores, como Clarín y La Nación, porque les conviene comprar el mismo relato para no quedar como políticamente incorrectos. En tal sentido, cuando se habla de guerra contra la subversión o “carapintadas” todos (oficialistas y opositores) son contestes en condenar al sector mi­litar y nada dicen de los asesinos terroristas que gozan de millonarias indemnizaciones o participan del gobierno.

En el caso que nos ocupa, la designación del nuevo JEMGE, se da la particularidad y la contradicción que el gobierno la defiende y la sostiene mientras que la oposición la cues­tiona y la condena. Y son tres los fundamentos principales sobre los cuales se cuestiona el nombramiento citado: que el general Milani cuando era subteniente participó del opera­tivo Independencia en Tucumán, que en Semana Santa de 1987 fue fotografiado junto a Herminio Iglesias en Campo de Mayo durante el pronunciamiento “carapintada”, y tercero, su enriquecimiento ilícito. Sobre el operativo Independencia y el enriquecimiento ilícito no interesa ahora hacer ningún comentario porque no hace al eje de lo que se pretende se­ñalar en este escrito. Pero sí lo merece la gran confusión que existe al querer cuestionar la designación por la supuesta relación con los “carapintadas”.

Claro está que para gran parte del imaginario colectivo, la acusación de “carapintada” es sinónimo de violencia, golpismo y antidemocracia, ignorando lo que los jueces de la Cámara Federal expresaron en los fundamentos de la sentencia que nos condenó por el pronunciamiento militar del 3 de diciembre de 1990. En ellos claramente expresaron que en esa jornada no existió la posibilidad de golpe de estado ni siquiera en grado de tentativa y agregaron como atenuantes que habíamos obrado por motivaciones de elevado valor moral y social.

¿Por qué, ignorando aquella sentencia y fundamentos de los jueces de la Constitución, los políticos y los medios de comunicación siguen hablando de golpistas cuando se refieren a los “carapintadas”?. ¿Por qué no se quiere creer en lo que dictaron los jueces de la misma democracia? ¿Por qué se alimenta esta confusión desde el po­der, se irradia a la sociedad  a través de los medios de comunicación y gran parte de la sociedad compra este relato?...

Si se quiere cuestionar el nombramiento de Milani, que lo hagan por cualquier cosa, por lo que se les ocurra, pero no por su supuesta participación en un pronunciamiento “cara­pintada”, ya que los mismos buscaban evitar la destrucción del Ejército. Si igualmente quisieran hacerlo, no se podría designar ningún jefe en el Ejército porque, directa o indi­rectamente en los sucesos de Semana Santa de 1987, todo el Ejército fue “carapintada”. Y esto es tan cierto que hasta el mismísimo traidor Balza con el grado de coronel se hizo presente en la Escuela de Infantería para brindarle su apoyo al jefe del pronunciamiento, el teniente coronel Aldo Rico. Sin embargo en esta Argentina de la confusión y más con­fusión, Balza estuvo al frente del Ejército  por 10 años, fue embajador del gobierno antimilitar kirchnerista en Colombia y ahora lo es en Costa Rica. Y la pregunta es, aunque conocemos bien la respuesta, ¿por qué sí a Milani y por qué no a Balza?.

Además, si algo debe quedar claro es que, el auténtico carapintadismo, ese que nació en las entrañas de los cuarteles militares, es totalmente incompatible con la corrupción. Si alguien que se tilde de “carapintada” comete un acto de corrupción, en ese preciso ins­tante deja de ser un “carapintada”.

¡Por Dios y por la Patria!


                                                                                           Hugo Reinaldo Abete
                                                                                         Ex Mayor E. A.

lunes, julio 22, 2013

Milani en el futuro del cristinismo – Por Carlos Manuel Acuña

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Milani en el futuro del cristinismo – Por Carlos Manuel Acuña

¿Alguien se acuerda de lo que ocurría en ese entonces, cuando la guerrilla urbana quedó a cargo de los montoneros y la rural del ERP? ¿Por qué todos los políticos perdieron la memoria acerca de ese trágico pasado?
La designación del general César Milani irrumpió en el escenario político precedido por una campaña que lo mostraba como el hombre fuerte del conjunto militar del país y, sin sutilezas, se afirmó públicamente que su poder gravitaba en las restantes Fuerzas Armadas, con una extensión a las Fuerzas de Seguridad y dueño de un aparato de inteligencia que añadía capacidades adicionales que llegarían al control político. Ningún representante de este cuestionado sector de la vida pública nacional abrió la boca para oponerse a este nombramiento y por lo contrario se inició la búsqueda de contactos y amistades. Más aún, los siempre misteriosos comentarios sobre el mundo de la inteligencia acotaron noticias y comentarios acerca del poder económico del nuevo jefe del Ejército, tema que llegaba acompañado de rumores de un proyecto para repotenciar a las disueltas instituciones militares Sin embargo, fue suficiente que desde los habituales cenáculos del activismo de izquierda se diera la voz de alarma por el pasado del joven subteniente recién recibido y destinado al frente de guerra en la selva tucumana, para que se desate una campaña reverdecedora de la lucha antisubversiva de los setenta. La histeria político partidaria no perdió la oportunidad para destacar este detalle pero sin reparar en los verdaderos alcances del papel que podría desempeñar este militar amigo y defendido por Horacio Verbitsky en la emergencia que lo habían colocado las circunstancias. ¿Pensó Cristina en la situación que había creado con la selección que hizo en el Ejército o sólo actuó por un impulso acorde con su estilo cargado de sorpresas? Pocos se plantearon esta inquietud y nadie relacionó la promovida aparición del general cordobés con el grave escenario electoral que enfrenta el oficialismo. El tema, tratado por la presidente y el general mereció la promesa de este último en el sentido de que podría controlar el escenario institucional si llegaba el momento de ejercer la fuerza para conservar el poder. Así llegó Milani a la jefatura del Estado Mayor del Ejército.
Poco a poco creció la confusión hasta los niveles clásicos y surgieron novedades en las que pocos habían pensado. Por ejemplo, el parentesco del flamante Jefe del Estado Mayor Conjunto, general de brigada Luis María Carena, con el poderoso secretario Legal y Técnico de la presidencia, Carlos Zannini, el ideólogo maoísta convertido en consejero principal de Cristina. Para colmo, en los hechos Carena es subalterno de Milani pero ocupa un puesto jerárquicamente superior, detalle que agrega más elementos para la reflexión y la inquietud. Poco a poco la imagen de Milani comenzó a vapulearse cuando se difundieron lo que todo el mundo sabía: la vinculación económica que lo relacionaba con la ex Secretaria de Seguridad, Nilda Garré, figura representativa del setentismo a quien por cierto, no se investiga ni investigará. Ahora está en tela de juicio el patrimonio personal del general Milani pero como clara expresión de la descendida moral instalada en el campo militar de la Nación, no se plantearon cuestiones de honor ni Milani hizo gesto alguno -al menos todavía- para explicar lo que ahora se le cuestiona. En el Congreso los legisladores están agitados pero centran sus interrogantes en lo que se ha convertido en un tema central: el rol desempeñado por el joven subteniente César Milani, cuando cumplía órdenes impartidas por un gobierno constitucional, Justicialista por añadidura y bajo el mando de un prestigioso general -Acdel Vilas- que tenía simpatía por esta corriente política. ¿Alguien se acuerda de lo que ocurría en ese entonces, cuando la guerrilla urbana quedó a cargo de los montoneros y la rural del ERP? ¿Por qué todos los políticos perdieron la memoria acerca de ese trágico pasado histórico plenamente relatado, recopilado y fotografiado? Obviamente, el olvido caracteriza la decadencia y ésta es la única explicación que con benevolencia podemos instrumentar.
Entonces, vamos a destacar que una vez más nuestros políticos viven al margen de la realidad y que en esto se parecen bastante a lo sucede dentro de la cabeza de Cristina, pero lo que nadie imagina es que la Presidente tiene a Milani como la última carta para mantenerse en el poder cuando el Frente para la Victoria pierda las elecciones de este año y el 2015 se convierta en algo difuso y lejano. Imaginemos lo que sucederá cuando el cristinismo pierda en Buenos Aires, en la Capital Federal, en Santa Fe, Córdoba, Mendoza y en otros distritos. La derrota podrá venir acompañada por agitados reclamos sociales no exentos de violencia y Cristina lo sabe. Lo que falta dilucidar es como instrumentará la permanencia en el poder, como superará la división que también alcanza a la izquierda y otro detalle fundamental que dejamos a modo de interrogante que podremos contestar un poco más adelante: ¿Le responderá el Ejército a César Milani? Mientras tanto, Verbitsky duda en terminar de hacer sus valijas o guardarlas hasta que el horizonte político le ofrezca nuevas posibilidades.
Fuente: http://site.informadorpublico.com

La Prensa Popular» Opinión / Actualidad » Llegamos a esto porque la Justicia lo permitió - Por Roberto Cachanosky

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Llegamos a esto porque la Justicia lo permitió – Por Roberto Cachanosky

Ningún gobierno, en nombre de una mayoría circunstancial, queda habilitado para violar los derechos de una minoría. Si ese fuera el caso, volveríamos a un sistema en que el más fuerte puede robarle, matar y violar los derechos de los más débiles.
La Justicia existe para evitar que la república se transforme en dictadura
Aclaro de entrada que esta nota es una opinión, y como tal no pretende ser definitiva. Puede haber otros puntos de vista diferentes al mío que logren convencerme que las siguientes líneas no son del todo correctas. De todas formas voy a ensayar una explicación de por qué llegamos a este punto de riesgo perder la democracia republicana e ir a un sistema autoritario.
En general se dice que estamos en esta situación crítica porque la gente vota a gobiernos autoritarios. En este punto estoy de acuerdo. Es más, yo mismo considero que poco y nada entiende el ciudadano promedio sobre calidad institucional, crecimiento y bienestar. Alguna vez escribí que mientras drogaban a la gente con una fiesta de consumo, le robaban la república. De manera que uno no puede quitarle la responsabilidad al conjunto de la población que, en su momento, miró para otro lado ante las denuncias de corrupción y atropellos a las instituciones.
Sin embargo, y aquí viene mi crítica a la Justicia, en un sistema republicano es la Justicia la que tiene que ponerle un límite al monopolio de la fuerza del Estado. Ningún gobierno, en nombre de una mayoría circunstancial, queda habilitado para violar los derechos de una minoría. Si ese fuera el caso, volveríamos a un sistema en que el más fuerte puede robarle, matar y violar los derechos de los más débiles. En rigor, cuando CFK dice que como ella tiene el 54% de los votos, tiene el respaldo de la población, cae en un argumento de tipo autoritario. El argumento sería: yo tengo más poder que vos así que puedo violar tus derechos, cuando, en rigor, el monopolio de la fuerza se le otorgó para hacer respetar el derecho de todos los ciudadanos.
Y aquí vuelvo al tema de la Justicia. En una democracia republicana, debería haber sido la Justicia la que tendría que haber puesto límites a los atropellos institucionales. ¿Cuántos años hace que se viola el artículo 29 de la Constitución en nombre de la emergencia económica?
Por las dudas recuerdo el artículo 29 de la CN: “El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las Legislaturas provinciales a los gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria”.
El legislativo le ha otorgado poderes extraordinarios al Ejecutivo para que reasigne partidas del presupuesto o incremente la carga tributaria sin pasar por el Congreso. Nuestros representantes, que tiene que controlar que los recursos de los contribuyentes sean asignados eficientemente y se gasten para lo que fueron votados, le otorgaron al poder al Ejecutivo de usar la plata de los contribuyentes a su antojo.
En materia impositiva pasa lo mismo. La carga impositiva está compuesta por la base imponible y por la tasa del impuesto que se aplica sobre esa base imponible. Si el gobierno desconoce la inflación y no aumenta los mínimos no imponibles, ni permite ajustar los balances por inflación, está aumentando los impuestos no por el lado de la alícuota sino por el lado de la base imponible. Aplica impuestos sobre ganancias e ingresos inexistentes o fraudulentos.
Tal es el grado de presión impositiva que hasta los sindicatos se quejan del impuesto a las ganancias.
El atropello de la AFIP contra el Dr. Lorenzetti llamó la atención por lo grosero de la réplica del gobierno ante el fallo adverso de la Corte Suprema y porque el Dr. Lorenzetti es el presidente de la Corte, pero en rigor lo que le ocurrió al Dr. Lorenzetti es lo que le ocurre todo el tiempo al contribuyente común.
En nombre de la santa recaudación impositiva, se violan los derechos más elementales de los contribuyentes. Si a eso se le agrega una AFIP que ya actúa como órgano de presión política, podemos decir que entramos en el terreno del terrorismo de Estado.
Y que por favor no me vengan con la historia que nadie le tiene que tener miedo a la AFIP si tiene todo en regla, y mucho menos los funcionarios kirchneristas que parecen tener impunidad impositiva.
Digo que no me vengan con el verso de que si uno tiene en regla sus cuentas no hay que tenerle miedo a la AFIP porque no es una cuestión de tener los impuestos en regla, es una cuestión de principios. El Estado, en nombre de la recaudación, no puede violar los derechos de los contribuyentes exigiéndoles documentos privados que solo un juez, y con causa justificada, podría pedir. O realizar verificaciones e inspecciones sin justificar debidamente la causa de las mismas. Bajo esta presión del organismo recaudador, todos pasamos a ser culpables hasta que demostremos lo contrario. ¿No es eso terrorismo de Estado?
Pero esa facultad de disponer del dinero de la gente, de gastarlo a su antojo y de subordinar al contribuyente a una condición de culpable permanente fue tolerado por la justicia. Pero ojo, que ahora los jueces también pueden ser presionados por el gobierno vía los entes recaudadores de impuestos si fallan en contra de los caprichos del gobierno.
Esa facultad se la otorgó el Congreso al Ejecutivo violando el artículo 29 de la Constitución y, que yo sepa, ningún legislador se ha ocupado de presentar un proyecto de ley para poner límites que defiendan los derechos de los ciudadanos. Pero lo más grave es que la Justicia no puso límites estableciendo que el Ejecutivo no puede utilizar las partidas presupuestarias a su antojo ni puede aumentar la carga tributaria sin autorización del Congreso.
Hoy vemos una reacción de la Justicia, porque los jueces advierten que ahora van por ellos. Es bueno que reaccionen ante el atropello del gobierno a la Justicia, pero hubiese sido más sano que la Justicia hubiese frenado al Ejecutivo cuando atropellaba a los ciudadanos comunes.
Siempre cito la película Vencedores o Vencidos (en inglés Judgment at Nuremberg) protagonizada, entre otros, por Spencer Tracy y Burt Lancaster. Este último actor personifica al juez Ernst Janning, que en su tiempo había sido un destacado jurista. Al llegar el nazismo al poder, la justicia empieza a tolerar los atropellos de Hitler porque el país tenía que levantarse de la crisis en que había quedado luego de la primera guerra mundial. Spencer Tracy hace el papel del juez norteamericano Dan Haywood que preside el tribunal que enjuicia a los jueces del nazismo, entre ellos Janning.
Luego de reconocer sus errores durante el juicio y luego de ser condenado, Janning, ya en la cárcel, pide ver al juez Dan Haywood. En la escena final, Janning le entrega unos papeles a Haywood, le dice que su sentencia había sido justa y en el final le dice que él nunca pensó que el nazismo podía llegar tan lejos en las atrocidades que había cometido.
La respuesta de Haywood es contundente. Le responde: “Sr. Janning, se llegó a eso la primera vez que Ud. condenó a muerte a un hombre sabiendo que era inocente”.
Mi punto es que llegamos a esto, cuando la Justicia, dicho en términos generales y aceptando las excepciones del caso, permitió que el Ejecutivo violara las normas más elementales de la república.
¿Hubiese la gente apoyado una decisión contraria de la Justicia en los momentos de esplendor del kirchnerismo? No los sabemos, pero sí sabemos que los jueces no deben guiarse por lo que cree o apoya una mayoría circunstancial sino por los principios del estado de derecho. Tal vez hubiesen destituido al juez que limitara al ejecutivo. No lo sabemos. Pero tal vez no hubiésemos llegado al grado de destrucción institucional que hoy tenemos.
Es cierto que buena parte del electorado se dejó seducir por la fiesta de consumo artificial y le toleró al gobierno la corrupción escandalosa que estamos viviendo o la violación de derechos individuales elementales. Todo en nombre de la fiesta de consumo. Pero era de esperar que la Justicia hiciera de contrapeso frenando los desbordes autoritarios.
Si la gente común que apoyó al kirchnerismo es responsable de este destrozo, la Justicia no lo es menos porque debería haber reaccionado diferente a la seducción que el populismo le produjo al electorado. Para eso existe la Justicia. Para evitar que la republica se transforme en dictadura.
Por último, yo diría que si la Justicia pone límites firmes, seguramente el oficialismo dirá que es una corporación destituyente. Si ese fuera el argumento, en todo caso sería cierto, porque la Constitución prevé la destitución del presidente por causales que son perfectamente aplicables al caso actual. En definitiva, es legítimo y legal destituir a aquel que usa el monopolio de la fuerza para violar el derecho de los ciudadanos. No hay que escandalizarse por la palabra destitución dado que la Constitución es destituyente cuando no se cumple con el orden institucional imperante. Y lo dice explícitamente.
A continuación les dejo el video del dialogo final de la película que mencionaba.

FRANCISCO-LUMEN FIDEI

https://mail-attachment.googleusercontent.com/attachment/u/0/?ui=2&ik=a294a262ba&view=att&th=14006c94a85ad8a8&attid=0.1&disp=inline&safe=1&zw&saduie=AG9B_P8QWblbdABiS_Nt2cCbU_IJ&sadet=1374532066379&sads=S5drkFVSbY3Mer7wss3GtuJPvo0&sadssc=1

EL ALMA DEL MARMOL.......


Revelan vínculos de De Vido con una firma contratista del Estado

 

Revelan vínculos de De Vido con una firma contratista del Estado

Lo hizo Jorge Lanata en su programa. También explicó los negocios de los hijos del ministro de Planificación.
21/07/13 - 23:50
Periodismo para Todos -el programa de Jorge Lanata- reveló anoche los vínculos del ministro de Planificación, Julio de Vido, con una de las principales contratistas del Estado en obra pública: Consular. Mostró además los negocios de los hijos del funcionario, Facundo y Juan Manuel.

Consular es la consultora que en 2005 compraron los agrimensores santacruceños Jorge Donnini, Jorge Pinto y Guido José Ambrosi, tres viejos conocidos de De Vido.

Ambrosi, inclusive, fue compañero de trabajo del hoy ministro en una constructora santacruceña hace 25 años. Aunque los agrimensores no contaban con mucha experiencia como proveedores del Estado, desde que compraron Consular sus negocios no pararon de crecer. Yacyretá, las represas Cóndor Cliff y Garabí, rutas nacionales y hasta un proyecto para renovar las vías del Belgrano Cargas, forman parte de los proyectos en los que participó Consular con trabajos de consultoría y diseño de los pliegos.

Una de las grandes conquistas de Consular fue ganar la preadjudicación para la realización de los proyectos y la documentación técnica licitatoria de la represa Garabí, un emprendimiento binacional con Brasil presupuestado en unos 4.200 millones de dólares. También el planeamiento de la monumental represa Cóndor Cliff, ahora rebautizada Kirchner/Cepernic. Los agrimensores Donnini, Pinto y Ambrosi fueron quienes, entre otras cosas, analizaron los campos que serán inundados por esa obra y que deberán ser indemnizados.

Los agrimensores también tuvieron éxito en Venezuela. Consiguieron que el gobierno del ex presidente Hugo Chávez los contratara para hacer 10.000 viviendas a través de Latinoconsult, una sucursal de Consular que fue creada diez días después de haberse alzado con ese proyecto. También asesoraron al chavismo en la construcción y remodelación del Frigorífico Industrial de Barinas, construyeron con el Instituto Autónomo Corporación de Venezuela Agraria cinco centros de producción e investigación de papa y levantaron dos laboratorios biotecnológicos para la mejora ganadera en Venezuela.

Centros comerciales, complejos edilicios y guarderías náuticas de lujo forman parte de los negocios de los que participarían los hijos del ministro, Facundo y Juan Manuel de Vido, en Rosario. En Rosario todos los identifican como socios de la firma D&S que se presenta como realizadora de servicios de construcción, pero que no registra actividad alguna.

La flota francesa cae derrotada en Muros y se hunde con el brazo de San Guillermo



La flota francesa cae derrotada en Muros y se hunde con el brazo de San Guillermo

Día 22/07/2013 - 12.04h

Don Álvaro de Bazán, vencedor de Lepanto, derrotó a la imponente flota francesa y sintió pena por no recuperar el relicario del santo

«Don Álvaro de Bazán estaba furioso, tenía a la flota francesa a la vista, fondeada indolentemente frente a Muros, confiada en su superioridad numérica, negociando con aquella ciudad un rescate para no destruirla. Que eso lo estuvieran haciendo bajo sus narices lo superaba...»
Era el 25 de julio de 1543, día de Santiago Apóstol, y la gran flota francesa fue derrotada por don Álvaro de Bazán. El mejor almirante de nuestra historia sintió, más allá del júbilo de la victoria, la pena por la suerte que corrió la reliquia de San Guillermo de Finisterre. ¿Dónde fue a parar? [sigue leyendo en el blog Espejo de Navegantes]

El intervencionismo económico de Cristina Fernández de Kirchner derrapa - ABC.es

 

El intervencionismo económico de Cristina Fernández de Kirchner derrapa

Día 21/07/2013 - 11.25h

Inflación, desempleo y freno del crecimiento. La economía hipercontrolada a la que aspira la presidenta argentina se le escapa de las manos

En Argentina, desde hace dos años, todos los meses se repite una misma secuencia. Alrededor del día 10 se dan a conocer dos cifras de inflación: la oficial, elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), y la no oficial que difunden diputados de la oposición en el Congreso con datos obtenidos de las consultoras privadas. La segunda cifra suele duplicar a la primera. Por ejemplo, la inflación acumulada de junio de 2012 al mismo mes de 2013 es, para el gobierno, de 10,5%. La «inflación del Congreso», en cambio, sitúa el índice en 23,7% para el mismo período. Y es ésta la que se siente en el bolsillo de los argentinos.
La inflación es unos de los principales problemas económicos que desvela al gobierno de Cristina Kirchner. Por eso, de la mano de su secretario de Comercio, Guillermo Moreno, ha puesto en marcha acuerdos de congelación de precios con las cadenas de supermercados y lanzado los conocidos planes «para todos» que pretenden fijar el precio de ciertos productos básicos de la canasta familiar.

Desaparecen de los estantes

La última estrella en salir a escena fue«Pan para todos»que intenta que el kilo se venda a 10 pesos –1,4 euros al tipo de cambio oficial-. Pero también hubo acuerdos por la carne, el pescado, las frutas y las verduras. El resultado es siempre el mismo: los productos casi ni se encuentran en los estantes a ese valor.
En febrero, el gobierno acordó con los dueños de los supermercados congelar el precio de 10.000 productos. El pacto duró hasta fines de mayo y en junio se firmó otro acuerdo, pero esta vez solo para 500 artículos. «Vemos que estos acuerdos no dan resultados porque los precios siguen aumentando», asegura Carolina Suárez, del Centro de Educación al Consumidor, entidad que se encarga de hacer el seguimiento del mercado. La leche, por ejemplo, llegó a alcanzar en los últimos días el valor de la gasolina súper. Un litro de primera marca ronda los 7,40 pesos -1,06 euros- y registra una subida del 300% desde 2003.
De acuerdo con el economista Carlos Melconian, «los planes de congelamiento de precios derivan en gran pérdida de tamaño y calidad». El experto recordó que la inflación en Argentina es de dos dígitos desde hace 90 meses. Y que desde principios de 2002 (cuando se puso fin a la ley de convertibilidad que establecía que un peso equivalía a un dólar) hasta la fecha, la inflación acumulada es del 600%.
«La economía argentina tiene dos grandes desafíos. El primero es bajar la inflación. Tras siete años consecutivos con la cifra al 20%, se está generando una pérdida de rentabilidad en el sector privado que está repercutiendo en la creación de empleos. Ese es el segundo problema que hay que mirar. la economía argentina está generando muy poco empleo», apunta, por su parte, el economista Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica.
Según la última cifra difundida por el Indec, la tasa de desempleo es de 7,9%. Pero los economistas aclaran que se mantiene en ese número porque el sector público ha sido el único empleador en los últimos tiempos y porque la metodología de medición considera empleados a todos aquellos que reciben planes o subsidios sociales por parte del Estado.

Dos tipos de cambio

Pero Argentina no sólo tiene dos inflaciones. También tiene dos tipos de cambio: el oficial y el «blue», como se denomina al mercado negro de divisas. En octubre de 2011, el gobierno estableció fuertes controles para la compra de moneda extranjera a los argentinos con el objetivo de frenar la fuga de capitales. El resultado fue que el dólar «blue» llegó a pasar, por momentos, los 10 pesos mientras que el oficial se mantiene en los 5,40.
«Al haber un control de cambio tan estricto, los precios internos convergen hacia el precio del dólar paralelo y no del oficial. Los valores de los productos están calculados con un dólar de entre 8 y 9 pesos. No existe el dólar oficial de 5,40», apunta Aldo Pignanelli, expresidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Para él, el dólar oficial debería estar alrededor de los 7 pesos.

«Cepo cambiario»

El «cepo cambiario» provocó además una fuerte caída en el mercado inmobiliario, un sector que siempre operó en dólares. Los datos del colegio de escribanos de la ciudad de Buenos Aires lo confirman: en la capital federal, en mayo de 2013 se registraron 26,6% escrituras menos con respecto al mismo mes de 2012.
El control también llega a las importaciones, otra potestad de la Secretaría de Comercio que conduce Guillermo Moreno y que, denuncian los empresarios, ya está afectando a los procesos productivos y a la competitividad. El mes pasado, las cámaras industriales de la provincia de Córdoba emitieron un comunicado contra la política del gobierno.
«Las restricciones para importar y las demoras en los tiempos de aprobación de trámites de la operatoria –con la incertidumbre que ello genera– complican los procesos productivos, ya que las empresas desconocen si podrán contar -en tiempo y forma- con partes, piezas e insumos importados necesarios para poder terminar su producción y cumplir con los clientes locales e internacionales», se puede leer en el documento. Desde la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) respaldaron el comunicado y aseguraron que la situación es «absolutamente generalizada en todo el país».
«El tema de las importaciones tiene un fuerte impacto en los insumos y también en la entrada al país de productos tecnológicos, más vinculados a la clase media o alta. El gobierno lo presenta como un logro diciendo que esta es una gestión que se dedica al pueblo. Pero lo cierto es que la medida no ha frenado la caída de reservas. Desde 2007 todos los países latinoamericanos han duplicado sus reservas con excepción de Argentina, Venezuela y Ecuador», apunta Melconian.
El campo lejos está de salvarse de las intervenciones. Esta semana, el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, reclamó la urgente liberación del trigo. «El gobierno vive del campo, pero no deja vivir al campo. Las medidas de intervención del mercado han fracasado. Es increíble. En el país del trigo todavía no sabemos si vamos a llegar a fin de año con el trigo necesario», dijo a la prensa en el marco de la 127 Exposición Rural, que todos los años organiza el sector agropecuario en el predio ferial del barrio porteño de Palermo.
Con este panorama, Argentina tampoco resulta una plaza atractiva para las inversiones extranjeras. «Además del atraso de tipo de cambio, no renta para invertir porque sus instituciones son débiles y es un gobierno que se mete demasiado en la actividad privada», afirma Pignanelli. «Esto hace que quede muy en desventaja con los países de la región. Si uno compara, Argentina ha hecho muy mal las cosas. Otros países aprovecharon la etapa de gran inyección de dólares».

Década «desperdiciada»

Melconian coincide. «Fue una década fantástica para Latinoamérica, pero en lugar de incorporarse en el pelotón de Perú, Colombia, Chile, Brasil y Uruguay, decidió incorporarse en el pelotón de políticas populistas y no eligió un modelo de clima de negocios», asegura. Y continúa: «Como todos los populismos, terminó descapitalizando el país. Ahí está el problema de las vacas, del trigo, del gas, del petróleo. Bajo el pretexto de que Argentina se está desendeudando del mundo, están desplomando al Banco Central».
El economista asegura que si en la presidencia de Néstor Kirchner la economía tuvo un crecimiento del 8% y en el primer gobierno de Cristina Fernández la cifra bajó al 4%, estesegundo mandato terminará en un 0%. «Es una situación crítica porque ha desperdiciado la década. Se ha confirmado la idea populista desde la altísima intervención estatal. Argentina desapareció del mundo. Y el gobierno tiene la pretensión de quedarse. No está en agenda que algo pueda cambiar».

Bailén, la batalla donde Napoleón fue cruelmente humillado por el Ejército español - ABC.es

Bailén, la batalla donde Napoleón fue cruelmente humillado por el Ejército español

Día 19/07/2013 - 16.59h

El 19 de julio de 1808, las tropas de Bonaparte sufrieron en Andalucía su primera derrota de la historia en campo abierto

Bailén, la batalla donde Napoleón fue cruelmente humillado por el Ejército español
ABC
«La rendición de Bailén», cuadro de José Casado del Alisal que se exhibe en el Museo del Prado, con el general Castaños a la izquierda y el derrotado general Dupont a la derecha
Un día como hoy, aunque hace nada menos que 205 años, las tropas españolas lograron un hito que ningún otro ejército había conseguido antes: vencer a las fuerzas de Napoleón en combate abierto. Aquella jornada, bajo un sol de justicia andaluz que acosaba a los soldados con una temperatura de 40 grados, las huestes del «pequeño corso» nada pudieron hacer contra los briosos hispanos que, a mosquete y espada, defendieron el pequeño pueblo jienense de Bailén del invasor.
Ese 19 de julio de 1808 los españoles no sólo humillaron a las altivas tropas napoleónicas mediante un ejército formado por multitud de milicianos, sino que también lograron dar un golpe de efecto que marcaría el principio del fin de la ocupación francesa en España. Así, la batalla de Bailén quedaría grabada con tinta indeleble en la Historia.
Corrían malos tiempos para España en los inicios del s. XIX. Todo había comenzado con un pequeño megalómano, Napoleón Bonaparte, quien, después de subir al poder en Francia años atrás, asumió como suya la tarea de dominar una buena parte de Europa y derrotar al gran enemigo de su Imperio: Gran Bretaña.
Tras caer en la cuenta de que no podía asediar a la indomable Albión por mar, el corso prefirió pasar a una táctica menos invasiva: bloquear el comercio de Reino Unido. Sin embargo, para que esta idea se sucediera a la perfección, Bonaparte debía conquistar Portugal, una región tradicionalmente aliada de los ingleses y que no se plegaría sus deseos.

Una trampa mortal

Pero para llegar hasta Portugal una tierra se interponía en el camino de Napoleón, España. Por ello, en 1807 el francés firmó con Godoy –valido del rey- el Tratado de Fontainebleau, mediante el cual logró obtener el permiso para atravesar con más de 100.000 hombres el territorio hispano.
El macabro plan de Napoleón había comenzado. Y es que, en su paso a través de España, el disciplinado ejército francés fue ocupando diferentes ciudades hasta llegar a Madrid. Así, lo que en un principio comenzó como un permiso de paso, acabó convirtiéndose en una invasión a gran escala. A su vez, las intrigas políticas del «pequeño corso» –que consiguió finalmente dar el trono español a su hermano- terminaron por minar la paciencia de la población que, a partir de mayo, comenzó a levantarse contra los casacas azules.
Así, se iniciaron una serie de revueltas por todo el territorio a base de rastrillo y cuchillo en contra del águila imperial. Tocaba defender el territorio del invasor y, ante la escasez de tropas regulares, el pueblo no dudó en proteger cada palmo de tierra hispana con su sangre. Además, a lo largo y ancho de toda España, los defensores se fueron constituyendo en pequeñas juntas locales –encargadas de organizar la resistencia contra Francia- ante la destrucción y la inactividad de los organismos centrales.

Camino de Andalucía

Sin embargo, en casi toda España comenzaba a imponerse el entrenamiento de los soldados galos que, mejor pertrechados, plantaban cara con osadía a cualquier levantamiento local. Por ello, con el centro y el norte asediados, Napoleón no tardó en plantearse la conquista del sur de la Península.
«Confiado en el éxito inmediato de la ocupación, Napoleón ordenó al general Pierre Dupont de l'Etang que ocupara Córdoba y avanzara hacia Sevilla y luego a Cádiz. El objetivo era rescatar a una escuadra francesa allí bloqueada desde la batalla de Trafalgar y hacerse con el control de los puertos andaluces, al tiempo que amenazaba Gibraltar» señala el escritor y periodista Fernando Martínez Laínez en su obra «Vientos de gloria».
Para cumplir esta misión, los franceses enviaron unos 9.000 soldados de infantería, a los que los que se sumaron unos 4.000 hombres montados (entre coraceros –la caballería de élite del ejército galo experta en ataques cuerpo a cuerpo- y dragones –jinetes armados con mosquetes-). Al mando de esta fuerza estaba Dupont, uno de los generales más destacados y fiables del «pequeño corso».
No obstante, la campaña andaluza salió muy cara a los franceses que, acosados por los guerrilleros y el hambre, decidieron asentarse en Andújar (ubicada a 28 kilómetros de Bailén) con la intención de esperar refuerzos. Con todo, prefirieron dejar su sello de destrucción arrasando y saqueando Valdepeñas y Córdoba. Sin embargo, lo que no sabían los soldados del águila imperial es que los españoles les harían pagar cada gota de sangre derramada.
Una vez llegados sus refuerzos, Dupont levantó la cabeza con orgullo al saber que contaba a sus órdenes con 34.000 hombres divididos en cinco divisiones. Para facilitar la organización de este ejército tan numeroso -como bien explica el escritor y experto Francisco Vela en su obra «La batalla de Bailén. El águila derrotada» - el galo entregó cada una a un oficial. Entre ellos destacaba el General de división Vedel, un militar que se había ganado sus galones y el favor de Napoleón combatiendo contra los austríacos varios años antes.
Bailén, la batalla donde Napoleón fue cruelmente humillado por el Ejército español
«El águila derrotada»
A su vez, el francés sabía que de su lado estaba, además del gran número de soldados galos, la experiencia de los mismos. De hecho, se creyó tranquilo al conocer que combatiría al lado de un buen numero de sanguinarios coraceros y un batallón de marinos de la guardia imperial (una de las unidades de élite de la infantería imperial).

El levantamiento andaluz

Por su parte, y ante el peligro que se cernía sobre la patria, España llamó a filas a los ciudadanos, que se sumaron las escasas tropas regulares existentes. «Tras el levantamiento madrileño del 2 de mayo, que se extendió prácticamente a España entera, las Juntas de Sevilla y Granada comenzaron a formar dos ejércitos que deberían unirse en algún punto de Sierra Morena para detener a los franceses», explica Laínez.
Así, los defensores consiguieron reunir una fuerza equiparable a la de los crueles «gabachos» al contar con 30.000 soldados. Sin embargo, más de la mitad del ejército estaba formado por milicianos que, aunque tenían en su interior el ardor propio de un militar español, carecían de experiencia en combate. Con todo, cada uno sabía que plantaría cara al invasor francés hasta la última bala de mosquete.
Al mando de la fuerza se destacó el general Francisco Javier Castaños. Éste, a su vez, decidió dividir a sus hombres en tres columnas, como bien explica Laínez en su obra: «La primera, con 9.450 hombres, al mando del mariscal de campo de origen suizo Reding. […] La segunda, mandada por el mariscal de campo belga marqués de Coupigny [contaba] unos 8.000 hombres. […] La tercera columna, compuesta de dos divisiones al mando de los tenientes generales Félix Jones y Manuel La Peña [disponía] de 12.000 hombres de las milicias provinciales. […] Además, se contaba con una “columna volante” que mandaba el coronel Juan de la Cruz con unos 2.000 hombres, casi todos voluntarios».
Bailén, la batalla donde Napoleón fue cruelmente humillado por el Ejército español
El general Castaños
Tras una serie de pequeñas escaramuzas iniciales entre ambos contingentes, el día 17 de julio de 1808 se realizaron una serie de movimientos que marcarían directamente el resultado de los combates. Todo comenzó el 16, jornada en que Dupont –ubicado en Andújar- envió a la división de Vedel hacia el entonces insignificante pueblo de Bailén con órdenes de plantar cara a las tropas de Reding, a las que se suponía defendiendo el lugar.
Pero el general francés encontró este minúsculo pueblo vacío. ¿Qué había podido suceder? Casi sin tiempo para pensar, en la cara de Vedel se pudo adivinar una expresión de terror. Y es que, la posibilidad más lógica era que la división española hubiera partido hacia Despeñaperros (un paso a través de las montañas en dirección a Madrid) para cortar una posible retirada francesa.
«En esta ocasión todo el equívoco parte de las informaciones dadas por el paisanaje a los franceses, en especial por un alemán afincado en el pueblo, el cual le confirmó el paso de tropas enemigas encabezadas por los Dragones de Lusitania, lo que acabó por confundir a Vedel que vio cómo fuerzas regulares le sacaban ventaja en la carrera por llegar a Despeñaperros», explica en su libro Vela.
Velozmente, Vedel inició la marcha hacia las colinas dejando atrás el verdadero teatro de operaciones. Sin embargo, este no fue el único error que cometieron los franceses, sino que, además, enviaron a otro de sus generales con una considerable cantidad de tropas hacia dos posiciones ubicadas en la sierra.

El curioso encuentro

Mientras, el altivo Dupont continuó esperando despreocupado en Andújar creyendo inocentemente que su experimentado ejército podría hacer frente a cualquier hueste formada por los españoles. Al parecer, nunca tuvo demasiado respeto a un ejército que, según sus palabras, carecía de instrucción y disciplina.
Días después, y ante la falta de noticias, Dupont dio un giro radical a su plan de operaciones y partir hacia Bailén, en el cual creía que había solo un pequeño contingente de tropas españolas. Todo cambió cuando, en la noche del día 18, sus exploradores le informaron de que a las puertas del lugar le esperaban nada menos que 14.000 soldados enemigos: las divisiones de Reding y Coupigny movilizadas días antes por Castaños.
A los españoles, por su parte, también les cogió por sorpresa el encuentro, pues sabían que, aunque eran superiores en número a las tropas francesas, no contaban con la experiencia suficiente para vencer al poderoso ejército galo. No obstante, y a pesar de esta curiosa sorpresa de verano, ambos bandos se prepararon para la batalla. Ahora sólo quedaba ganar tiempo hasta que llegaran los refuerzos: Vedel por parte de los franceses y Castaños por el bando español.
«Como se puede comprobar, de todo esto deducimos que ambos bandos se encontraban mal informados sobre las fuerzas y posiciones respectivas y que se dirigían a una batalla de encuentro. Ni Dupont sabía que se iba a topar con Reding ni éste que se le echaba Dupont encima. Aquel tenía su retaguardia amenazada por las dos divisiones de Castaños, y Reding amenazada la suya por Vedel», completa el autor de «La batalla de Bailén. El águila derrotada».

¡A formar la línea!

Tras el primer contacto con las unidades de exploración francesas –aproximadamente a las tres de la madrugada del día 19-, los españoles dieron comienzo a una alocada carrera contra el tiempo para formar su línea defensiva. El ejército, ahora al mando de Reding, tuvo que organizar a dos divisiones que incluían, según Vela, a unos 12.600 infantes (armados principalmente con mosquetes) y 16 piezas de artillería. A su vez, la fuerza contaba con el apoyo de casi 1.200 jinetes, entre los que había varias unidades de los famosos garrochistas (pastores que, diestros en el uso de la lanza, se incorporaron a filas para combatir al invasor francés).
Para hacer frente a los galos, las tropas españolas formaron a las afueras de Bailén. «Al amanecer, el ejército español se desplegó en forma de arco o herradura abierta con los extremos apoyados en los cerros Valentín, al norte, y Haza Walona, al este», completa el autor español en su obra.
En vanguardia se situó la infantería formando una consistente fuerza de choque a base de mosquete y bayoneta. Como apoyo, se intercalaron varias piezas de artillería con las que aplastar las formaciones francesas. En segunda línea, Reding ubicó varias unidades de infantería de reserva además de algunos regimientos de caballería con un doble objetivo: apoyar a los cañones y flanquear al enemigo.
Por su parte, el experimentado Dupont contaba a sus órdenes con unos 8.000 infantes (entre los que se encontraban los marinos de la guardia imperial), unos 2.000 jinetes (sumando a coraceros y dragones) y 23 cañones. Como siempre, la fuerza de los franceses la componía principalmente la caballería pesada, que solía ser usada como un martillo en contra de las formaciones enemigas.
Como era de esperar, Dupont ordenó formar con un sólido bloque de infantería en el centro, la temible caballería en los flancos y varios cañones como apoyo (estas de menor potencia que las españolas). Con las piezas dispuestas para la partida de ajedrez, ahora todo quedaba en manos de la resistencia, la valentía y la tenacidad de los soldados.

Comienza la batalla

La contienda comienza bajo un caos total, pues eran las tres de la mañana y la oscuridad todavía no había abandonado Bailén. «Entre las tres y las cinco de la madrugada lo único claro es que no hay nada claro. En medio de la oscuridad […] lo único cierto son las voces de ¡quién va!, los fogonazos de los disparos y poco más», determina en su completísima obra Vela.
A las cinco de la mañana, y sin más dilación, varias unidades del ejército español se lanzaron -en el extremo del flanco izquierdo- a la conquista de una posición que les podía otorgar una ventaja táctica de gran importancia: el cerro Haza Walona. Con sus mosquetes cargados y una buena visibilidad tomaron este emplazamiento sin combates y se aprestaron a la defensa.
Sin embargo, su alegría dura poco, pues, con la primera luz de la mañana, Dupont ordenó a la brigada suizo-española (antiguamente al servicio de España y ahora encuadrada a la fuerza en el ejército francés) asaltar la colina. Por suerte, la tenacidad de los defensores se hizo patente y consiguieron resistir este primer embiste.

La treta española

Sin más paciencia que agotar, Dupont organizó a su caballería para que, al galope y colina arriba, tomara el Walona. En este caso, ni el incesante fuego de mosquete español valió para detener a lo mejor del ejército imperial, que arrasó a dos batallones españoles a los que, incluso, arrebató sus estandartes, un hecho muy significativo para la época.
Pero, a pesar de que los jinetes franceses podrían haber abierto brecha en la línea española, se retiraron a sus posiciones azuzados por una curiosa treta de los defensores. «[Una unidad española] a las órdenes de un teniente mantuvo una frenética actividad para dar la impresión de contar con un mayor número de efectivos. Sin saberlo, esta actividad, junto con los agudos toques del trompeta de este destacamento ejecutando todos los toques reglamentarios, confundió a los jinetes galos», añade el autor de «La batalla de Bailén. El águila derrotada».
Bailén, la batalla donde Napoleón fue cruelmente humillado por el Ejército español
Cuadro del pintor Ferrer-Dalmau sobre la batalla de Bailén
Mientras, en el centro del campo de batalla, los franceses formaron columnas para lanzar la que, según creían, sería la ofensiva definitiva sobre las tropas españolas. «La Brigada Chabert desplegó en cuatro columnas de ataque […] e inició la contrastada maniobra gala del choque a la bayoneta en columnas cerradas», señala Vela.
En perfecto orden, los soldados franceses avanzaron hasta situarse frente a las tropas defensoras. Sin embargo, los galos no contaban ya con parte de su artillería –la cual había sido destruida por los cañones españoles desde la lejanía- lo que provocó que fueran tiroteados sin piedad.
Tras sufrir considerables bajas, la situación terminó de complicarse para los soldados de Napoleón cuando Reding ordenó a una parte de la caballería española cargar contra sus filas. La presión fue demasiada para los experimentados casacas azules, que, sin poder resistir ni un segundo más, se retiraron manteniendo la formación.
Sin embargo, la inexperiencia de algunas de las tropas hispanas salió cara a Reding cuando los garrochistas, ávidos de venganza, no mantuvieron la formación y se lanzaron solos contra varios olivares defendidos por soldados galos. Por desgracia, los mosquetes franceses no perdonaron este error e hicieron mella en las filas de los confiados lanceros.

La imprudencia sale cara

Con el espeso polvo surcando el campo de batalla y el calor haciendo mella en los soldados, la situación se recrudeció en el flanco derecho cuando un escuadrón español, fogoso y ávido de hacer sangrar a tantos soldados franceses como pudiera, se adelantó demasiado y perdió el apoyo de sus compañeros.
Tras un breve intercambio de disparos con la infantería gala, la imprudencia de estos españoles les terminó pasando factura cuando, de improviso, tuvieron que hacer frente nada menos que a una carga de caballería francesa. Por suerte, y a pesar del gran número de bajas que sufrió esta unidad, se consiguió mantener la línea gracias al apoyo de varios regimientos cercanos.

La batalla de Bailén en el momento del tercer ataque de Dupont

La última carga del águila

Ya al medio día, el sol se convirtió en un desagradable protagonista para ambos ejércitos cuando la temperatura sobrepasó los 40 grados. En ese momento hicieron su entrada en batalla cientos de mujeres del vecino pueblo de Bailén que, arriesgando sus vidas, trasportaron cántaros de agua entre sus compatriotas.
Abrasados por el calor, extenuados por el cansancio y temerosos ante la posibilidad de que Castaños atacase su retaguardia, los franceses organizaron entonces a sus últimas tropas para llevar a cabo un desesperado asalto contra Bailén. Para ello, además de a las mermadas unidades de infantería que le quedaban, Dupont llamó también a sus escasas reservas: los marinos de la guardia imperial.
«Eran en total unos 3.300 hombres desesperados encabezados por el mismísimo Dupont y su Estado Mayor, que sabían que se les acaba el tiempo», señala el experto. Conocedores de que necesitaban un milagro para dar un vuelco a la contienda, los franceses trataron de sacar últimas fuerzas y plantar cara a sus enemigos.
No obstante, la misión era casi imposible y las últimas tropas galas fueron pasadas a mosquete por los ávidos españoles. La última gota de ánimo que aún mantenía vivos a los franceses se acabó cuando Dupont fue herido y casi derribado de su montura. Finalmente, la esperanza imperial se desvaneció cuando vieron aparecer a las tropas de La Peña por su retaguardia.

Rendición final

Todo había acabado. Sabedor de la derrota, Dupont ordenó la rendición y llegó a un acuerdo con los españoles para que sus tropas fueran repatriadas a Francia (cosa que nunca se llegó a realizar, pues una gran parte de los soldados imperiales acabaron muriendo de inanición en una isla cercana).
De nada valió la llegada en el último momento de las tropas de Vedel por la retaguardia española, pues Dupont ordenó a su subordinado detener el ataque ante el temor de las represalias sobre los soldados franceses capturados. Había aparecido demasiado tarde para poder ser determinante y las «inexpertas» tropas españolas se habían hecho con la victoria.
La capitulación fue, al parecer, demoledora para Napoleón, que nunca antes había visto a su ejército derrotado en campo abierto. Además, el hecho de que hubiera sido vencido por una fuerza formada por multitud de milicianos no ayudó a calmar su ira. Tal fue su enojo que acabó con la carrera de los pocos oficiales galos que volvieron a Francia.
Una vez acabada la batalla hubo que recontar las bajas. Por el lado francés sumaban –entre muertos, heridos y contusos- unos 2.200 soldados (el resto fueron hechos presos). «En el bando español […] se confirmaron 192 muertos, 656 heridos, 8 contusos y 1.013 extraviados», finaliza Vela.